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viernes, 15 de marzo de 2013

Showy


Capitulo 1

Zek miró los diferentes costales de alimento para perros afilados en los estantes, hace una año y medio no tenía ni idea que aunque pareciera, no todas las croquetas era iguales.
-Causa gases-, murmuró mirando un costal de cinco kilos color rojo con un perro de raza indefinida sonriendo a la cámara.
Mica le había dicho exactamente el nombre del alimento que el veterinario había recomendado, el problema es que él no lo veía por ningún lado, Candyfloss iba a poner mala cara si llevaba alguna otra marca. Zek sonrió, la realidad es que le encantaba hacer rabiar a su novia.
Avanzó por el pasillo buscando el bendito nombre hasta llegar a los alimentos para gato.
-La bola de pelos ni se daría cuenta.
Sintió el susurro de un movimiento a su espalda y después dedos fríos taparon sus ojos, sonrió al imaginarse a Micaela de puntas para poder alcanzarlo.
-¿Comida de gato?-, preguntó ella divertida.
-Solo una sugerencia.

Alejó las manos de su rostro y acarició con los dedos sus brazos desnudos, Zek casi nunca iba ya al centro comercial con algo más que una camiseta o un chaleco, no quería perderse la diversión.
Se giró y ella señaló con un dedo hacia los estantes.
-Se darían cuenta.
-No, no lo harían-, insistió él antes de acercarla, colocando sus brazos alrededor de la cintura y así poder besarla como tanto le gustaba.

En momentos como ese realmente agradecía al tipo omnipresente donde sea que estuviera por tener a Candyfloss en su vida.
Ella alzó sus brazos para poder acariciar su nuca justo antes de que el estridente ruido metálico los distrajera.
Un hombre había chocado el carrito de compra en la equina de uno de los estantes, la mujer que llegó a su lado había empezado a reñirlo antes de seguir la mirada del tipo y verlos.

Zek sonrió, divertido, alzando la mano y saludando antes de que Mica señalara al principio de los costales de comida para perros y él pudiera ver la bendita comida. Colocó un costal en el carrito y siguieron caminando, al tiempo que Mica le pasaba una mano por el trasero para enganchar los dedos en la bolsa de sus vaqueros, para no defraudar a sus espectadores.

Dos personas besándose no eran ninguna novedad en la actualidad, salvo que fueras alto, con el cabello platino, barba recortada, brazos tatuados y al menos un piercing a la vista besándote con tu novia, de apariencia delicada y cabello multicolor.

Después de colocar todo la despensa básica en el carrito se detuvieron en la sección de entretenimiento, a Zek le gustaba repasar los discos a la venta de cualquier lugar, siempre buscando cosas nuevas, algo que le ayudara a la hora de crear sus propias mezclas de sonido.

-¿Como fue la junta?-, preguntó, Mica hizo una mueca y él sonrió, su chica trabajaba editando libros que había pasado el primer filtro de una importante editorial online, la comodidad del trabajo en casa era perfecta, de ahí que cuando era necesario que fuera a la oficina la idea le desagradara completamente.

-Tengo dos libros nuevos asignados y Beca insiste en que termine a la pandilla.
Zek la miró y ella se encogió de hombros.
-Nunca debí hacerte caso y mostrárselo-, él dejó el CD que tenía en las manos y se acercó a ella.
Mica había comenzado en broma una fabula para niños donde los protagonistas eran un grupo de cachorros, era demasiado bueno, aunque ella no parecía darse cuenta.

-Mírame Candyfloss-, la llamó por su nombre y ella alzó el rostro al instante.
-Eres buena.
Ella sonrió y comenzó a negar con la cabeza antes de detenerse, respirar hondo y mirarlo.
-Voy a terminarlo, pero no puedo prometer que se lo entregue.
-Claro que no, el que trabajes en ese editorial no significa que no puedas ver otras opciones, tenemos que saber venderte bien.
Ella rodeó los ojos y él sonrió tocando un mechón de cabello rosado.

Mientras el jeep salía del estacionamiento del centro comercial Zek contemplo el perfil de Mica mientras ésta tenía los ojos cerrados y movía el cuerpo ligeramente con la mezcla que sonaba en el auto.
Había encontrado a su igual, lo hacía sentirse humilde y malditamente afortunado, ella se había mudado al departamento bajo el suyo y a su vida casi en el mismo momento, desde hace un año ella vivía en su piso, pintado la pared de la estancia de morado para que contrastara con su sofá lila, dándole a una nueva hermanita a la que cuidar que los visitaba cada que se le antojaba y una bola de pelos demasiado consentida con complejo de Romeo, una vida que no cambiaría por nada.

Zek estacionó el jeep en la calle lateral a su edificio, entre los dos comenzaron a bajar las bolsas de la compra, escuchó a Candyfloss bufar al tiempo que una hombre alto de cabello rubio y traje a medida cruzaba la calle saludándolos con un asentimiento.

-No lo aguanto-, dijo ella, ninguna novedad.
-Calvin Klein no es nuestro asunto-, respondió Zek cerrando el auto.
-No entiendo cómo puede estar con él.
Ambos se detuvieron y se miraron a los ojos mientras repetían al unisonó:
-¡Solo son compañeros de piso!

La señora Belmonte, la dueña del edificio había batallado para conseguir ocupar el departamento de Mica cuando se había mudado a vivir con Zek, habían tenido un total de tres vecinos, una pareja que no duro demasiado alegando que no les gustaban “las personas de por ahí” y una chica que había tenido que mudarse por el trabajo.
Por último, habían llegado Cristian y Román, el primero, al igual que él y Mica se pasaba gran cantidad de horas en casa, era pintor y había entablo rápidamente gran amistad con ellos, el tipo del traje era otra historia, era poco menos que cortés, algo cortante.
Se habían presentado como compañeros de piso, lo cual Mica había dudado pero no había tenido pruebas hasta que los habían encontrado besándose contra la puerta de su departamento.
Aún después de eso, Cristian no hablaba con ellos del tema, se refería a Román de forma distante.

Un severo caso de abrir la puerta del closet pero no querer salir realmente al menos en el caso de Calvin Klein, Cris estaba muy orgulloso de su sexualidad a pesar de que más de una chica se le quedaba mirando por la calle.

-Deberíamos comenzar a presentarle chicos a Cris.
-Para eso primero necesitaríamos tener más vida social.
Ambos se estremecieron y después ella volvía a sonreír.
-Ya se nos ocurrirá algo.

Al abrir la puerta del departamento dos cosas sucedieron a la vez, la bola de pelos que había sido el compañero de Mica desde mucho antes que se conocieran comenzó a ladrarle mientras que la nueva chica de la casa estiraba su pequeño cuerpecito hacia él, Lady era una cruza de chihuahua y algo más, era delicada pero llena de pelo que lograba enredarse siempre, Fucking estaba en plan protector, la pequeña perrita estaba cargada, eso significaba que en esos días Zek era su enemigo.

La habían encontrado hace dos meses en el parque, sin identificación, habían preguntado por el vecindario pero nadie parecía tomarlos en serio. Lady se había quedado.

Mica tomó a Fucking en brazos y él a Lady hasta que se calmaron lo suficiente para que pudieran acomodar la compra del día.
Sin decirle nada, ella comenzó a preparar su bebida favorita, Zek amaba el mate, pero amaba mucho mas verla a ella preparándolo, se acercó y la abrazó por detrás, pegándola a su cuerpo.
-¿No quieres?-, preguntó ella divertida y Zek la giró subiéndola a la barra de la cocina en un solo movimiento, Zek apagó el agua de la estufa y la miró.
-De eso se trata Candyfloss, si quiero.
Ella sonrió y levantó la mano derecha para pasarla por su barba, arañando ligeramente antes de besarlo, Zek tomó sus muslos con las manos y la levantó ligeramente logrando estar mucho más cerca. Perfecto.

***

Zek sintió el cuerpo de Candyfloss a su lado, su cabello rozaba su torso mientras él trataba de alejar el sueño y centrase lo suficiente para encontrar su móvil que no dejaba de sonar, el ruido logró despertar a Mica que lo miró mientras él se levantaba de la cama y contestaba el teléfono. Frunció el ceño al mirar la hora en el reloj de pared en la habitación, pasaban las dos de la mañana.
-¿Hola?-, murmuró con voz ronca por el sueño.
-Zek, disculpa que te llame a estas horas...
-No importa Padre, ¿Que pasa?-, preguntó con el cuerpo tenso, había estado postergando sus visitas al orfanato, había evitado al Padre Johan, el viejo lo conocía, era su mentor, su más estimado amigo, había tenido miedo, sintió la mano cálida de Mica en su espalda y se relajó un poco.
-No encuentro al chico Zek, lo he buscado en las dos secciones de dormitorios, Mario y Carmen ya buscaron por toda la casa, les hemos preguntado a todos los niños pero sabes que no ha hecho amigos.
Cerró los ojos y alejó todos los pensamientos que se agolpaban en su cabeza tratando de pensar.
-Voy para allá.
Colgó el teléfono y abrió el closet sacando unos pantalones deportivos.
-¿Qué pasa?-, preguntó Mica, levantándose de la cama.
-Lucas-, fue la única palabra que pudo salir de la boca de Zek y ella se acercó y tomó su mano.
-Voy contigo.

¡Segunda Parte de CRAZY!
Nos seguimos leyendo.

Cel.






8 comentarios:

  1. ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    TE QUIERO MANITA
    MUUUAAAAAAAAAA

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  2. me emociona muchisimo que empesaras la segunda parte de crazy y me parece que esa historia Cristian y Román va a necesitar una novela aparte porq tiene potencial

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  3. felicidades me encanta esta segunda parte mu buen trabajooo.saludoss

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  4. Hola Cel!! ahhhhhh por dioss estoy a los saltos de la emocion esperaba muchisimoo esta historiaa queria saber de candyfloss y zek!!! ,me gusto el comienzoo y ahora si con ese final ufff intrigadisimaaaa!!! gracias gracias por estaa secuela!!!!!! beso enormes!!!! que tengas un buen fin de semana!

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  5. wuouw han vuelto!!!!!! es genial, y definitivamente me gusta!!!! =D

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  6. Ahhh no sabia que tenia segunda parte... :)
    y lo mas chistoso es que no he termnado crazy ejjejee
    gracias por el cap saludos...

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  7. Holaa Cel!!!!!!!!!! se te extraañaaaaaa muchoooo!! esperoo andes bienn!! yque pronto sepamos de vos!!!! Bessos!! Extraño mucho leer lo que escribes!!!!

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