Capítulo 4
Pequeñas sorpresas
-¿Qué planeas Derik?
-Sorprenderte
-Yo…
-¿Lo estoy logrando?
-Yo…
-Sí no puedes pensar eso quiere decir que si, ¿no?
Ambos sonrieron antes de besarse de nuevo.
Tomás estaba sorprendido, en realidad era algo casi molesto
que en cada ocasión que estaba junto a Katerin ella lo dejara sin palabras.
Jamás le había pasado.
Ni siquiera en las pocas veces que se había permitido estar
con Samantha sin que le importara lo que los demás pensaran, Sami era
divertida, era una luz que alentaba algo dentro de él, la gatita era…como una
estrella inalcanzable pero aun así tan atrayente.
Chasqueó la lengua girando los ojos ante su cursilería
barata.
Miró hacia el edificio de estilo barroco frente a ellos, las
luces lo iluminaban haciéndolo más impresionante, era una espectáculo nocturno
digno de ver.
Cuando la gatita lo había citado a las ocho en ese lugar no
había sabido que pensar, desde luego no esperaba que su asesoría fuera a
comenzar tan pronto, después de haber hecho que él expusiera todos los detalles
técnicos del edificio y debatir sobre el estilo se habían sentado –en el suelo-
y ella había comenzado a dibujar la fachada.
Sip, estaba sorprendido, ver a una mujer con tacones altos,
sentada de piernas cruzadas y cabello revuelto trabajar sobre la hoja blanca
con el labio inferior atrapado en sus dientes en señal de concentración era…
único.
Se acercó un poco, sentado a su lado y miró los trazos, no
podía quejarse, había aprendido una o dos cosas, lo que era bueno para la
asesoría pero también había notado que su atención no estaba en la arquitectura
precisamente.
Ella no era su tipo, a él le gustaban las chicas altas, de
largas piernas y abdomen plano, grandes pechos, largo cabello.
Kat era todo lo contrario y sin embargo estaba a punto de
tener una erección solo de mirarla.
Evitó pensar que no era la primera vez que sus gustos y su
atracción hacia alguien no concordaban.
La escuchó murmurar algo y después comenzar a guardar sus
cosas en el bolso a su lado.
Tomás reprimió el disgusto
-Te avisaré cuando podemos vernos de nuevo y tendrás que traer un block-, le dijo al tiempo que se
levantaban.
Él paso una mano por su cabeza, mentalmente intentando
encontrara algo para alargar su tiempo con ella
Era un idiota.
Sonrió cuando el destello surgió y se cruzó de brazos
mirándola.
-¿Discutiremos el pago ahora?-, preguntó y ella tardó un
poco en mirarlo a los ojos cuando lo hizo había una sonrisa de gata en sus
labios.
-Claro, ¿me acompañas a mi departamento?
Su papá le había dicho más de una vez que jugar con los
gatos puede ser peligroso puedes resultara arañado, Kat lo sabía de hecho ella veía al snicker a su lado como un tigre
peligroso era casi parte de su encanto, uno que ella odiaba pero que también la
tenía cautivada, su mente había jugado con las palabras, él, departamento,
cama, besos…
Claro que no haría nada de eso, solo iba a jugarle una
broma, pero eso Tommy no lo sabía.
El centro no estaba tan lejos de su edificio solo unas cinco
calles, sin embargo estaba deseando llegar y quitarse las zapatillas, ¿Qué
pensaría él?, era un niño rico, se notaba a leguas, si ella hacía la grosería
de quedarse descalza frente a Tomas, ¿Qué haría?
-Odio es clase-, admitió
y ella sonrió, el camino había estado lleno de una conversación cordial,
con una ligera tensión entre los dos, estaba excitada, si no se controlaba iba
a olvidar la broma y llevarlo a su cama.
Katerin iba a decir algo sobre el temido profesor del que
hablaban cuando él se detuvo casi tropezando.
-Vives allí-, no era un pregunta, pero su tono era
incrédulo.
-Si, en el segundo piso, ¿pasa algo?
¡Debía ser una jodida broma!
No solo ella parecía alguna clase de gemela malvada de
Samantha, ellas vivían en el ismo maldito
edificio.
La gatita lo miraba con el ceño fruncido y él se obligo a negar
con la cabeza, no iba a explicar el por qué de su reacción.
-Como sea, vamos los pies me están matando-, gruñó ella y se
le adelantó, Tomas cerró los puños pero se obligo a moverse, no le gustaba ese
edifico, no le gustaba pensar que Sami vivía ahí, en su “nidito de amor” junto
Derek.
Un aparte de él, a veces, casi se alegraba de que ella fuera
feliz, luego llegaba su orgullo masculino y lo estropeaba todo.
Subieron hasta el segundo piso y ella abrió la puerta de su
apartamento en cuanto entraron el pudo echar un vistazo al pulcro y ordenado
lugar, tenía pocos muebles pero se veían cómodos y elegantes, le gusto mucho.
Escuchó un golpe seco y parpadeó al notar que ella había
aventado sus zapatillas hacia un lado del sofá, sonrió mientras ella lo miraba
desafiante.
-Bonito tatuaje-, le dijo mirando la rosa en empeine del pie
derecho
Tenía un deseo casi molesto de pasar su lengua por el
dibujo.
Ella sonrió mirándolo casi sorprendida, se acerco a él y
Tomas sintió su pulso acelerase, estaba cansándose de parecer un adolecente a
su lado.
-Con respecto al pago…
Kat se acercó más y él inclino un poco su rostro, sus alientos
se entrelazaron, ella lamió sus labios y él gruño inclinándose dispuesto a
besarla por fin, ella empujó su pecho ligeramente.
-Nada de eso guapo, eres sexy pero no debería de dejar que
alguien quiera hacerte pagar con tu cuerpo-, bromeó ella alejándose hacia una
esquina de la sala donde había una caja grande cerrada.
-Quizás yo quiera pagar con mi cuerpo
Eso la hizo reír, señaló la caja y le miró.
-El fin de semana pasado compré este librero “ármalo tú
mismo”, descubrí que no tengo habilidad para los tornillos y las tuercas.
Tomas quería estar molesto con ella, pero no pudo contener
la risa que brotó desde su garganta.
-Ganaste esta gatita, aunque debes saber que no me gusta
perder…
***
Lizeth llevaba tres días trabajando en la cafetería y hasta
hace menos de una hora ella no podía estar más feliz de su suerte, Erik era muy
divertido y Sami estaba rápidamente convirtiéndose en una buena amiga, el
trabajo no era pesado y el ambiente la mayoría de las veces era agradable.
Se había dado cuenta justo esa misma mañana al mirarse al
espejo que había estado sonriendo más a menudo, como si por fin pudiera creer
que su vida estaba mejorando, no es que hubiera sido mala antes de esos días
simplemente sentía que no encajaba, que la vida trascurría a su lado sin
dejarla entrara del todo, desde que había conocido a Sami, se había mudado con
Alan… desde que en secreto se había enamorado de él, todo le parecía mejor, no
es que él le correspondiera, simplemente ella se sentía querida, sabía que no
de la misma forma en que su corazón deseaba pero no era exigente, él la hacía
sentirse valiosa, además que siempre estaba diciendo algo sobre su cabello o su
pequeño hobbie de pintarse las uñas de las manos con dibujos elaborados.
Era un buen amigo y ella podría haber estado feliz con eso,
solo unos minutos antes.
Los escuchó reír de nuevo y parpadeó alejando la humedad de
sus ojos, terminó de hacer el café que el chico en el mostrador le había
pedido, lo entregó, cobró y se alejó hacia los sanitarios, ni siquiera lo
notaron.
Bien, quizás estaba siendo injusta, pero no podía evitarlo.
Se miró en el espejo, se lavó las manos y trató de calmarse,
¿Y si solo eran imaginaciones suyas?
Respiró hondo, negó con la cabeza, recordó que Issa, una de
sus hermanitas se burlaba de ella porque siempre estaba en las nubes y siempre
se imaginaba historias.
Quizás lo estaba haciendo, mirando cosas donde no las había.
Lizeth miró casi con una sonrisa su cabello todo alborotado
con los rizos enmarcando su rostro.
Si, estaba exagerando seguramente.
Cuando regresó estaba convencida que vería todo más
objetivamente, estaba segura que no se imaginaría cosas.
No lo hizo, se quedo a unos pasos del mostrador, Sami estaba
saludando a su novio Derek que acaba de llegar, era un chico muy atractivo,
alto, con el cabello castaño casi demasiado largo rozándole los hombros, saludó
a su novia y le dio un beso de esos que derriten las rodillas, Lizeth sabía que
había exagerado, Sami amaba a su chico, eso podía verse tan fácilmente, casi sonrió
y miró hacia donde Alan estaba sentado, en el mismo lugar en que hace un
momento platicaba con Sami.
Sip, ella había exagerado pero no en lo importante.
Tragó el pequeño nudo en su garganta.
Alan miraba a la pareja robando vistazos, con un sentimiento
casi triste en sus ojos.
Eso no se lo había
imaginado, ella tenía que admitirlo y entre mas pronto lo aceptara mejor, él
estaba enamorado de Sami.
Alan frunció el ceño cuando Lizeth comenzó a caminar sin una
sola palabra, le había dicho que podía esperar a que terminar su turno y así
regresarían los dos a casa.
Pensaba que era una buena idea, ya no estaba tan seguro.
Si bien había habido un avance en su relación de compañeros
de piso, él casi podía asegurar que podían llegar a ser buenos amigos, desde
que habían salido de la cafetería ella parecía extraña, casi como si no deseara
su compañía.
-¿Largo día?-, preguntó en un intento de iniciar una conversación
y averiguar que sucedía
Ella parpadeó en su dirección, como si no estuviera muy
segura de lo que había dicho
-Lo siento, estaba algo pérdida-, le sonrió pero era algo
fingido, Alan había aprendido a diferenciar sus gestos, cuando Lizeth sonreía, sonreía
de verdad todo su rostro se iluminaba, su piel chocolate parecía brillar.
Este no era el caso.
-Te preguntaba si había tenido un largo día, luces cansada-,
murmuró él y ella se encogió de hombros.
-No realmente
De nuevo el silencio cayó entre ellos, Alan lo odió.
-¿Desde… desde hace cuanto conoces a Sami?-, preguntó ella
sin mirarlo
Alan sonrió como siempre que recordaba a Samantha, le hacía
bien verla tan feliz, tenía que admitir que Derek parecía estar haciéndolo bien
pero aun a veces era demasiado verlos juntos.
-Unos meses, casi el mismo tiempo que Derek-, admitió él y
Liz lo miró como si eses pedazo de información significara algo para ella.
Siguieron caminando un momento más antes de que sonriera sin
humor y le mirara.
-Podrías haber sido tú ¿verdad?
Él comprendió la pregunta, se sorprendió por el hecho de que
ella lo hubiera notado con un simple vistazo, sintió una sensación cálida en su
pecho, ella tenía que estar al pendiente de él para haberlo notado ¿no?, eso
significaba que él le importaba, eran amigos.
-Sí, podría pero no debía ser yo-, le respondió y ella
permaneció callada mucho más tiempo, llegaron a su departamento y él abrió
dejándola pasar, comenzaron a preparar algo para comer y la conversación
anterior pareció olvidada.
Se acomodaron en el sofá como venían haciendo hacia varias
noches, cada uno con sus tareas y trabajo de la universidad compartiendo música
y algunas frases haciendo más ligero el trabajo…
Alan parpadeó al ver la hora, otra vez de madrugada, miró
hacia Lizeth para encontrarla recostada en la cama, plácidamente dormida, el
libro en sus manos casi a punto de ser tirado al piso, lo alejó de sus manos y sonrió
al ver las mariposas en sus uñas.
-Hora de ir a la cama Liz-, murmuró él rozando u mejilla.
Ella frunció el ceño pero no abrió los ojos.
-Tú la quieres-, dijo ella con voz adormecida, los ojos
cerrados, un puchero en sus labios, parecía triste, tan triste ¿seguía dormida?
Alan le miró y acarició de nuevo su mejilla, casi tocó sus
labios, quería borrar esa mueca en su rostro, sí, contesto, aun la quiera, de hecho
sospechaba que siempre querría a Sami, como no hacerlo.
Entonces, ¿Por qué estaba negando con la cabeza? ¿Por qué
quería que Liz no pensara en el como un tonto que no era correspondido?
***
Ben sabía que esto ya no era por Peggy o Derek, sinceramente
ya no le importaba y eso le sumaba puntos con su amigo.
Claro que jugaría esa carta con Dek, mostrándole que estaba
intentando no ser tan idiota pero esto era por él, se había vuelto algo
personal desde que había conocido al tal Javi.
Había querido conocerlo antes de la dichosa fiesta, no le había
sido muy difícil investigar sobre el chico, se había sorprendido al darse
cuenta que el club de teatro era popular gracias a él.
Había permanecido a la distancia mientras Honey -si querías saber algún chisme de cualquiera
en el campus ella era la indicada,
además de que tenía un cuerpo de infarto- le señalaba cual de ellos era el
cuatro ojos.
El idiota no usaba lentes.
Para su sorpresa la brujita esta filipando por un jodido
modelo.
En las palabras de Honey, Javier tenía los ojos más azules y
profundos que ella hubiera visto, su cabello era del tono justo entre castaño y
negro y parecía brillar, su barba de un día siempre tenía ese toque justo que
lo hacía sexy, tenía un cuerpo de infarto, alto, con un six pack completo, bla,
bla, bla.
Había escuchado que era popular pero no por eso un
“mujeriego” de hecho no tenía novia a pesar de que cada dos por tres había
alguien ofreciéndose emocionadamente, al parecer era el chico modelo.
Solo por eso Ben ansiaba ver su cara cuando la brujita
llegara junto a él a la fiesta.
Toma eso muñequito.
Llego hasta la puerta del dormitorio de Leysi y tocó dos
veces, el pasillo estaba tranquilo así que no había nadie que pudiera preguntarse
que hacia él precisamente ahí.
La puerta se abrió una chica guapa, con ropa deportiva y una
coleta le sonrió.
-Llegas tarde-, le dijo mientras él fruncía el ceño, sí,
bueno quizás unos minutos pero que importaba a las fiestas nunca se llega a
tiempo.
-Es el, verdad, lo voy a matar, lo voy a…
Ben sonrió escuchando el berrinche de la brujita antes
siquiera de verla, la puerta se abrió completamente y Ben sintió su boca bajar.
Lo que era sencillamente algo vergonzoso
No había sucedido ni cuando vi su primer par de pechos a los
14.
Ni cuando tuvo sexo por primera vez con su vecina de 18
cuando él apenas acaba de cumplir 16.
Ni cuando convenció a las gemelas que habían visitado a la
fraternidad de…
Para resumir, nunca le habían dejado con la boca abierta,
hasta ahora.
La chica frente a él era la misma bruja que conocía pero
diferente, ella lucía…casi…mágica.
Su cabello, esa explosión de rizos largo había ido casi
domado, peinado hacia atrás en una casi coleta que dejaba gran parte de su
melena caer en su espalda, había mariposas pequeñas blancas incrustadas en su
cabello.
Su rostro estaba finamente maquillado haciendo resaltar sus
ojos tenia pintadas unas pequeñas florecillas en las sienes, luego seguía la
piel cremosa, toda la extensión de su escote, un gran escote, su vestido era de
un satín crema, no podría describir el diseño pero en ella lucía bien,
jodidamente bien, iba pegado a su piel hasta sus pechos y luego bajaba en caída
libre hasta sus pantorrillas, unos zapatos altos de tiras enmarcaban sus pies.
-Esta babeando-, dijo la chica deportiva y él cerro la boca.
-Nop, es su retraso mental a veces se olvida de disimularlo-,
replicó Leysi y la otra chica rió a su costa.
Ben entrecerró los ojos.
-¿Puedo pasar a cambiarme o prefieres que yo no haga el ridículo
y vaya vestido como la gente cuerda?
La brujita…, no, por esta noche ella no era una bruja, ella
era un hada.
La hadita rodeó los ojos y lo dejó pasar, le entregó su
disfraz y Ben las miró antes de encogerse de hombros y comenzar a quitarse su
playera.
-Ya sabía yo que ayudarte me iba a ser recompensado-, dijo la
chica deportiva, él le sonrió con el torso denudo y le guiñó el ojo, Leysi le
dio a su amiga un codazo.
-Ken, ella es Nasiita, Nasi, él es Ben, aunque ya lo sabes,
para que me molesto
Ben sonrió, ¿el hada estaba celosa?
Se divirtió cuando se quito sus vaqueros para ponerse los
pantalones de su traje militar y Nasi sonrió mientras el hada trata de ver a
todos lados menos a él.
-¿No te gusta lo que ves?-, pregunto Ben y la chica
deportiva se rió.
-Creo que le gusta demasiado
Le caía bien la chica.
Al final después de unos quince minutos él parecía un
estúpido soldado confederado.
-Definitivamente serán la mejor pareja de la fiesta-, afirmó
Nasi mientras Leysi miraba el reloj, lo admitía, Ken se miraba casi hermoso en
su disfraz pero ella solo quería estar ya en la fiesta y ver la reacción de
Javi ante su llegado…con acompañante, además de qué le servía admitir que ellos
dos se veían bien juntos, no era como si a Ben le interesara esto, además ni
siquiera le había dicho nada sobre su disfraz, tontamente había esperado también
sorprenderlo a él.
De camino a la fiesta ella se dejó relajar por la música que
sonaba en el auto de Ben-Ken, quién lo hubiera dicho, tenía buenos gustos en
música, Gotye inundaba sus sentidos.
Llegaron al salón contratado por el club de teatro para la
fiesta y él la ayudo a bajar abriendo la puerta y todo.
Un caballero, vestido de uniforme, casi se derritió, hasta
que recordó quien era él.
Ben le sonrió como si conociera lo que pensaba y antes de
alejarse se inclinó murmurando a su odio.
-Ese extraño momento de locos donde una bruja se convierte
en una hermosa hada
Se quedo sin palabras parpadeo y él le sonrió
-¿Vamos?
No le sorprendió que todo el lugar estuviera exquisitamente
decorado, si el club planeaba algo lo hacía a lo grande.
No le fue muy difícil encontrar a Javier entre la gente reunida
ahí a pesar de la gran variedad de disfraces.
Para su sorpresa Javier también iba vestido de soldado
aunque él llevaba una brillante casaca roja.
En circunstancias normales ella habría amado verlo vestido así,
ahora simplemente frunció el ceño, ella ya tenía a una soldado a su lado, uno
que se miraba malditamente bien.
Ella notó que Javi se acercaba con su sonrisa radiante y
paso seguro, notó la turbación ligera en sus ojos azules al notar su brazo
sujeto al de Ken, finalmente estuvo a su lado y sin hacerle mucho caso a su
acompañante le saludó con un abrazo y luego la miró por completo, había un
destello de atracción en su mirada que no había antes, al menos ella había conseguido
que la viera como mas que “la amiga” esta noche.
-Hola hermosa-, él saludo y ella le sonrió
Ken presionó su mano caliente contra su cintura.
-Me presentas hada-, pidió hablando muy cerca de su oído
haciéndola estremecer, ella notó la mirada que se cruzó entre los dos chicos,
extraño, no creía que la reacción debería de ser tan ruda, quizás era el efecto
de los uniformes.
-Javi, este es mi amigo
Ben-, dijo ella sonriente y Javi arqueó una ceja.
-¿Desde cuándo?, ¿No crees que mi chica favorita debería decirme
con quien hace "amistad"?
-No esta clase de amistad, los detalles son solo nuestros-, contestó
Ken alzando las cejas sugestivamente y ella vio como Javi tensaba la mandíbula.
Uy, uy, en qué se había metido.
odiosmio como suspire me encanto jajaja
ResponderEliminarKat... miiiaaauuuu amo a esta linda gatita....
ResponderEliminaroh!!!! Hada brujita.... maravillosa.....
Me encantó , sobre todo la parte en que la gatita le da su merecido a Tomás. él sigue sin caerme bien
ResponderEliminarahhhhhhh me encanto... juro que en esta secuela ADORO LITERALMENTE A Ben-Ken jajaja
ResponderEliminarAlan ahhhhhh dios que no la puede ver a la chica... esta que muere por el!!
y bueno Tomas quedo mas caliente que una pava jajaja
YA QUIERO EL PRÓXIMO PORFA!!!
actualiza rápido Cel
atte: Gise
awwwwwwwwwwwww... los casi casi...
ResponderEliminarjurooo que soy inocenteeeeeeeeeeeeeee!!!!!1
AME EL CAP MOMMY ^^.
Hola Cel!!! ahh debo decir que estoy loca con Ben-Ken jajaja!! y que pasa parece como si estuviera algoo celosillo Ben jjajaaj ahhh haber que pasa en esa fiestaa!!
ResponderEliminary Alan ahhh Liz se enamoroo uff veremos que suceddee con ellos doss..!! y Tomas y Kat ajajj se quedoo armandoo el librero ja!!! besos me encanto noss leemos!!!
Kat con ganas de olvidarse de la broma (momento de desconcentración XD)
ResponderEliminarBen... piensa que es su orgullo de hombre o algo así jeje (pero me gusta que este celoso) :P
y Alan, abre los ojos no seas idiotaaaaaaaa
Cel muchísimas gracias por el cap.
Viv :)
OMG!!!!!!!!! Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa :o como lo dejas ahi??????? Infarto inminente!!!!!
ResponderEliminarMe encanta Alan, es muy tierno, y Ben jajajaj, me mataron sus celos XD
Muy buen capi Cel, no quiero ser exigente pero quiero massssss!!!
Besotes :*
jejeje x algun extraño motivo no habia piblicado aki jajajajaja
ResponderEliminarpero obviamente lo ame, jaja i mas x mi regalo
en verdad ansio musho massssssss
kiiaaa!!!!!!!
Ola!
ResponderEliminarEncontre tus libros por una adaptacion en fanfintion,es y me e vuelto loca buscandote asta q e dado con tu blog!!! eres genial me encanta tus historias t espero poder seguir leyendo mas.
Besosss
geniales tus libros,todos,y POR FAVOR!!! necesito saber que pasa con Ken Ben ,jajaja ese ya cayo y ni cuenta se ha dado,jajaja gracias por las lindas historia,y no pares de escribir me tienes en ascuasssssss arggggg
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