Capítulo 5
Deseable
-Te mereces un castigo
-¿Por qué?
-No te hagas la inocente, llevas
ropa interior verde oliva
-Eso no tiene nada de malo
-No puedo evitar desearte con ese color.
-El deseo no es malo
-Es incomodo cuando estamos cenando con tu hermana, Sami
Ben tenía la mano sobre la cintura de la hadita, estaba
gratamente sorprendido de lo placentero que se sentía hacer que sus dedos se
hicieran espacio entre las formas femeninas, él había tenido su buena cuota de
chicas, las cinturitas eran perfectas cuando las montaba, pero ahora solo podía
imaginarse como sería sujetar a la brujita
contra él, con ambas manos, su carne suave entre los dedos…
Ella intentó soltarse de nuevo y él tenso la mandíbula, su
agarre no se soltó.
Le había costado un poco separarse del imbécil modelito, el idiota
había interrogado a la brujita como si estuviera en su derecho.
¿De dónde se conocen?
¿Por qué no me dijiste
que estabas buscando pareja para la fiesta?
¿Te gusta mi disfraz?
¿Dónde compraste el
vestido?… Se ve perfecto en ti
Llevaban ya treinta y cinco minutos en la fiesta, la música
sonaba a todo volumen, los canapés estaba acabándose y algunas parejas ya
bailaban en la pista, era una buena reunión, Ben creyó que podría disfrutarla,
claro, si el cuatro ojos sin lentes desapareciera.
Leysi le dio un codazo, intentando soltarse de nuevo y él
tomo un canapé de una bandeja cerca y lo llevó a los labios de la hadita.
-No quiero.
-Abre, le molestara que te dé de comer.
Ella mordió la galleta y Ben sintió un tirón en la ingle.
Que estupidez.
Esto no se trataba de ella, era más bien como una lucha de
orgullo masculino, Leysi solo estaba en medio de él y del modelito.
Javier era su contraparte, casi igual de popular entre los
suyos, apuesto, con buena cartera, pero no tenía ninguno de sus defectos, al
menos era demasiado listo para ocultarlos.
Hadita terminó de masticar y volvió a intentar separase, la
acerco más hablando casi a su oído.
-¿Cuántas horas tardaste en domar esa loca melena tuya?
-Nasi estuvo peinándome por dos horas.
Ella miró sobre su hombro
-Javi nos mira
-Eso es el motivo de todo esto ¿no?-, afirmó Ben casi
molesto, el perfume que desprendía la curva de su cuello lo distrajo, era
delicado, suave, atrayente, no lograba identificarlo.
-Estaba pensando… tal vez podrías irte en una media hora más,
yo me quedaría sin pareja y Javi podría llevarme de regreso, sabría si él está…
celoso
Para alguien que siempre parecía llena de energía y
vitalidad, sus palabras habían sido nerviosas, inseguras.
-No
Ella lo miró echando chispas.
Él se acercó un poco más intentando captar más de ese
perfume que se le escapaba
-No servirá de nada si vas corriendo tras él cuando me vaya.
-¿No te importa que mañana seguramente habrá alguien que te
pregunte por qué viniste conmigo?
-Lo que no has entendido hadita, es que yo no tengo que
darles explicaciones a nadie, es más esto te beneficia, tu popularidad subirá.
-Eres odioso
Ben se limitó a sonreír y en un impulso sujeto su cintura
con las dos manos acercando sus labios a los de ella sin besarla, ella se
estremeció, ¿nerviosa?
-¿Sabes por qué él no deja de mirarte?
La brujita negó con la cabeza
-Se pregunta si yo veré tu cabello nuevamente despeinado al final
de la noche…
-Deberías aprovechar que ella parece haberse cansado de
esperarte y olvidarla
Javier cerró los ojos un momento y trató de ignorar las
palabras de Jennifer, ella no lo dejó en paz.
-Acéptalo hermanito, papá nunca la aceptara, mamá le hará la
vida imposible, casi puedo oírla, esa niña con sobrepeso no será una buena
novia para mi hijito.
Desgraciadamente ella tenía razón, por eso Javier se había
contenido, por eso no había ido y tomado a Leysi como suya, su familia era un
infierno de apariencias en las que ella no encajaba, pero aun así no podía
dejar de desearla, ella era su musa.
-¿En verdad la quieres?
Su hermana solo entendía a medias, no se trataba de amor, no
solo eso, Javier no había sido tan bueno actuando hasta que había conocido a su
hada.
Su música era mejor, su imaginación volaba a su lado.
Y ahora su musa estaba restregándose en el cuerpo de un idiota.
-Ese tipo es un imbécil
-Vamos hermanito, ambos sabemos que Leyso está haciendo un pobre intento para darte celos
Su hermana se colocó a su lado mirando a la parejita que
estaba causando revuelo, Ben era uno de los más populares de la universidad y
estaba con Leysi, una chica a la que nadie había dado más de un vistazo.
-A la primera falda que se le cruce al rubio la olvidara
Javier sonrió al escuchar las palabras de Jenny, sabía quién
podría ayudarlo.
-Tienes muy bonitas faldas hermanita
***
Tomas aún se preguntaba cómo diablos había pasado, había creído
que la gatita lo llevaba a u departamento para una buena sesión de juegos
juntos, ahora él estaba sudoroso, armando un jodido mueble que no tenía ni pies
ni cabeza, ella lo estaba mirando como si él fuera su entretenimiento privado,
los pies descalzos mientras daba un mordisco a su pizza, ella había sacado
cuatro rebanas del refrigerador, las había calentado y le había dicho que podía
tomar una.
Él se limpio la frente con el dorso de la mano y dejó caer
el desarmador con un ruido sordo.
-Estoy harto
-No has pagado ni la mitad
-Hoy no haré nada más gatita, a menos de que cambies de idea
y hagamos algo sumamente divertido.
Para su consternación Katerin no se ofendió o se ruborizó,
lo miró de arriba abajo con sus ojos velados, como si lo deseara.
Tomas tuvo una erección y ella se lamió los labios.
-Eres mala
Ella dio otro mordisco a su pizza, él se sentó a su lado
haciendo una mueca y deseando que su estado de excitación pasara, a pesar de la
tensión sexual algo le decía que la gatita no lo dejaría entrar en su cama esa
noche, tal vez mañana…
No pudo evitar sonreír al darse cuenta que gracias al
mueblecito él tenía una excusa para seguir intentándolo, tarde o temprano ella
dejaría de lamerse los labios y lamería algo más… sus labios, su torso, su…
¿Estaba aceptando que deseaba a la gatita?
Si
¿Estaba decidiendo que haría cualquier cosa por tenerla?
Si
Y luego, después de esa resolución, sonrió. A diferencia de
la ocasión anterior en la que se había sentido atraído por una mujer peculiar,
esta vez no tenía una novia perfecta que lo había dejado o el temor a que
alguien se burlara de Él por andar con la chica rellenita.
Ya no estaba en secundaria y después de todo, él había estado
con una chica “no tan delgada”, su cuerpo
había sido maleable en sus manos, ahora deseaba a Katerin como ni siquiera había
deseado a Sami alguna vez.
-El que solo se ríe…
-Te imagina desnuda-, terminó Tomas, ella le empujó el
hombro y se levantó yendo hacia la pequeña cocina por un vaso de agua.
Cuando Kat volvió al sofá donde una muy comestible barra
energética la estaba excitando deliberadamente todo su calentón pareció
enfriarse enseguida, Tommy tenía la fotografía de ella y su papá en las manos,
la única que tenía a la vista
-¿Y mamá?
-A mí qué diablos me importa-, contestó ella sonando con
aquella rabia que tanto odiaba sentir aun por la mujer que los había
abandonado.
-Él se ve como un hombre inteligente-, afirmó Tomas
señalando a su padre, ella se sintió mejor, no había preguntado, no había insistido
y había acertado, su papá era un hombre inteligente.
-Lo es.
-Tienes suerte, el mío se cree inteligente.
-¿Por ejemplo?
-Creía que sería un buen abogado, tenía toda mi vida
arreglada, hubiera sido un desastre
-Te salvaste a tiempo entonces-, aseguró ella sintiéndose un
poco extraña, ¿en serio estaban intercambiando historias?
Tomas se encogió de hombros levantándose del sofá, una
sonrisa triste cruzó su rostro
-Fui un conformista por mucho tiempo
Empezó a caminar hacia la puerta y la abrió antes de que
ella llegara hasta él.
-¿Y el mueble?
Él sonrió y se recargó en el marco de la puerta inclinándose
para acercar su rostro al suyo, Kat sintió un estremecimiento en su vientre, la
atracción que sentía por él no la había sentido nunca y la aterraba, odiaba
tener miedo.
-Vendré mañana-, se despidió Tomas, rozando sus labios.
***
Lizeth no debería estar ahí, no tenía suficiente dinero aun
para esos caprichos, pero era una costumbre de ella y sus hermanitas, como
cuando Issa se había caído al empezar a andar y se raspó la rodilla, las tres
habían ido a comprar helado, cuando Ely había perdido su primer diente habían
ido a comprar un disfraz de princesa.
La ley era: Un capricho cuando dolía el corazón
El corazón de Lizeth definitivamente dolía, así que estaba en
el centro comercial, lo más absurdo de todo, estaba dentro de una tienda de
lencería, nada dramático, no había ningún maniquí con tangas o negligé a la
vista, era simplemente ropa interior femenina, bonita y divertida.
Tenía entre sus manos un conjunto, un bóxer y una camiseta, un pijama algo sexy,
era negro con estampado de bolitas blancas rematado con unos moñitos de listón
rojo.
Lo iba a comprar, su capricho ya que aún se sentía triste al
recordar la mirada que Alan le profesaba a Sami.
Habían pasado dos días y él estaba más pendiente de ella que
antes, lo cual era más doloroso, parecía como si él creyera que Lizeth tenía
“algo” y quisiera ayudarla
Bueno, Alan tenía razón, desgraciadamente no podía ayudarla,
Lizeth tenía que desenamorase de él, era la única solución.
Salió de la tienda con su nuevo conjunto de pijama en una
bolsa de papel rojo muy chic.
El sentimiento de soledad la golpeó ahogando el pequeño
placer por el capricho, hasta hace unos días había imaginado como sería tener
una amiga como Sami, un grupo de amigas como ella, que compartieran sus
ilusiones, sus desilusiones, momentos divertidos.
Ella nunca había sido popular, pero creía que había
encontrado por fin su lugar, ahora no estaba tan segura.
Recordó la conversación que ese mismo día había tenido con
Samantha, por un momento deseo que la rubia no le cayera bien, pero con Sami
era imposible.
-Entonces… ¿Cómo va el compartir piso?-, había preguntado
ella
Lizeth se había encogido de hombros, incapaz de responder o
de mirarla.
Sami haba esperado hasta que sirvieron dos capuchinos antes
de seguir con la conversación.
-Lizeth, se que… ¿Qué sientes por él?
No había necesitado que especificara quien era él.
-Liz
-¿Cuándo me enseñaras como limpiar la máquina de expreso?
Sami había sonreído un poco pero sus ojos estaban curiosos.
-Dale tiempo, Alan se dará cuenta
¿Darse cuenta de qué?
Si Lizeth alguna vez dejaba entrever sus sentimientos no
correspondidos debería alejarse de él, no soportaría que Alan la tratar con
condescendencia.
-Quiero cambiar de tema-, le dijo a Sami y ella se rió.
-Lo se
Alan llegó al apartamento y no vio a Liz en la estancia, lo
cual lo hizo fruncir el ceño, ya era tarde, se había quedado más de la cuenta
en la biblioteca, se tranquilizó un poco al notar las llaves de ella sobre la
encimadera y su mochila al lado de una bolsa de papel roja.
Por un fugaz momento quiso gritarle y decirle que había
llegado
¿Una fantasía muy hogareña?
Cariño, ya llegue
Cerró los ojos, cada vez se le hacía más difícil recordar
que ella era solo su compañera de piso, su reciente amiga, la realidad es que
los sentimientos por ella estaban creciendo aceleradamente y por primera vez no
quería darles entrada.
Lizeth le recordaba tanto a su hermana, a la que no había
podido proteger, no había podido hacerle creer que era hermosa, de que valía
oro, ¿Cómo podría con Lizeth?
Sin darse cuenta estaba ahora frente a sus cosas, sus manos
movieron la bolsa de papel, tocó un listón y sacó la prenda, un bóxer coqueto
entre sus dedos.
Alan se la imaginó con la prenda puesta y después sintió un
puñetazo en el estomago, era una ropa digna de verse.
¿Lizeth la había comprado para alguien?
mommyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy... awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww... ameee mi regaloooooooooooooooooooooo... ayyyyy please please please... n cuanto puedas siguenos contando esta historia siii??? *-* ayyyyyyy Gaciias... te quieroooo *-*
ResponderEliminarLargo suspiroooooooo!!!!!!!!!
ResponderEliminarMi Alan.....
Ben ten cuidado con la tal "Jenni"
Tommy vas miu bien!!!!!!!
Ese Javier es un idiota por no decirle más feo,quiere a la "hadita" pero le puede más el que dirán ...
ResponderEliminarOyoyoyoyoyoyo.... me has dejado con los dientes largos....quiero más!!!! jiji...
ResponderEliminarholaa sii ese javier no me cae bien que se largue jaajaj!! y Ben la hadita lo esta volviendo locoo jaja!!! yb ueno Alan y Lizeth uff estoss doss me encantann!! y tomas mmm desea a kat y hara cualquier cosa por tenerla!! me encanto el capituloo!!!! besos enormes!!!!
ResponderEliminarMi barra energetica...Jajajaja
ResponderEliminarGenial Cel, los extrañaba un montón...
<3
Cel que buen capi jejeje cada vez esas parejas estan mas cerca me encanta que sean tan diferentes pero a la vez tan complementados :) voy a ser directa yo tambien quiero regalo cumplo años el 3 de octubre asi q si quieres darme un regalo asi yo felizzzzzz.
ResponderEliminarAbrazos milessss y gracias por subir otro capi ;)
kyaaa!!!!!!! mi nombre otra ves... m siento soñada n.n
ResponderEliminarjajaja si si massss.........
amo a ben-ken y brujitaaa awww <3
thans x el capiii
porfavorrrrrrrrrrr por lo q mas quieras pon mas capitulos porfavorrrrrrrrrr jajjajajja
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