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domingo, 9 de enero de 2011

Sostenme - Capítulo 7

Bella

“Te desee desde el principio, no aspiraba a tenerte hasta que confiaste en mi”
Emmett McCarty


Todo comenzó como un sueño, un sueño relajante, un recordatorio de una escena común, de esos momentos en que se esta dormido y que todo es producto del subconsciente pero no quería despertar mi cuerpo se sentía ligero y la opresión de mi pecho no estaba.
La escena era una que ya había visto desde ya hace varias semanas, Anthony trataba de colorear su libro de dibujos con todo menos con los lápices de colores, Edward lo vigilaba de cerca haciéndole sugerencias descabelladas y sacándome de quicio mientras yo me hacia la enojada y cuidaba a Tanya que bebía su biberón, llevaba trabajando poco menos de dos meses con ellos y ya todo parecía tan normal, tan rutinario, era bueno y era seguro, suspiré en el sueño y me permití sonreír un momento, desde ahí todo cambio, la escena seguía siendo la misma, nada cambiaba pero de fondo la voz de Esme suave y maternal como siempre taladraba mis oídos, ¡rehacer mi vida!, la sola idea era absurda y sin embargo sentía los ojos de Edward fijos en mi, y yo cerré los ojos con fuerza mientras por fin todo se volvía oscuro en un momento y resplandeciente al siguiente.
Mi sueño se convirtió en un recuerdo, el color estéril de la habitación me causó un escalofrío
-Tendrás una familia-, me dijo Emmett los últimos días en el hospital mientras yo negaba fervientemente
-No digas eso-, le especté dándole un beso en la mejilla.
-Bella, quiero que tengas una familia, y tú la tendrás, yo me encargare de eso, aun después de… con alas y todo, antes de que me encierren allá arriba-, trato de sonreír mientras yo reprimía mis ganas de llorar.
-No no, nadie mas que tu, no habrá nadie mas-, le dije escondiendo mi rostro entre su mano y la mía.
-Pero ya lo hay, ¿que no te das cuenta?, el te hace reír, el te hace hablar, el te hace sentir segura, el te mira y tu lo miras-, me dijo con voz seria mientras yo levantaba mi rostro llorando.
-Emmett-, llamé pero no me miraba, el sueño se había convertido en pesadilla.
-¿Por qué no lo aceptas?-, espectó retirando su mano mientras yo trataba de recuperar su agarre pero no lo alcanzaba.
-Emmett-, volví a llamar casi gritando pero el desapareció de la habitación dejándome sola y fría.
Desperté con las lagrimas en mis ojos y Edward frente a mi, no quería verlo, no quería hacerlo, sentía las lagrimas calientes y el dolor en mi pecho subiendo por mi garganta, el me sostuvo, abrazándome y a pesar de que una parte de mi gritaba por alejarlo, no hice nada mas que permanecer en sus brazos y esconderme en ellos, el se quedo así, por no se cuantos minutos y todo volvió a la calma, por un instante solo quería que permaneciera junto a mi.
Sus manos tocaban mi rostro, su piel se sentía calida contra la mía, las yemas de sus dedos delinearon sus labios y yo lo miré, sintiendo sensaciones casi olvidadas, la necesidad del contacto, la expectación del cuerpo dormido, y sus ojos que me miraban con mas intensidad que nunca antes, me di cuenta que respiraba mucho mas rápido entreabriendo los labios en una invitación de la que no quería pensar pues seria totalmente equivocada, una expectación, una sensación en cada poro de mi cuerpo, sin llamarla y sin quererla, solo estaba ahí, me deshice del agarre de sus manos en mi rostro y el terminó por poner distancia.
Me recosté cerrando los ojos sin esperar a que el saliera totalmente de la habitación, tratando de controlar mis sentimientos
No abrí los ojos hasta muchos minutos después, parpadeé mientras enterraba mi rostro contra la almohada, mi cuerpo tiritaba de miedo, pero por más dolorosa y terrible que fuera la pesadilla, sabía que lo que más me aterraba era la realidad.
Esme era más que mi tía favorita, mí mejor amiga, pero odiaba cada palabra que salió de sus labios, su voz seguía taladrando en mi cabeza y podía negarlas a ella, pero no a mi misma.
No era amor, Edward no era una idea romántica que ella hubiera deseado que yo tuviera, compartía con el algo más, mucho más de lo que deseaba pensar.
¿Era tan malo querer la tranquilidad de su abrazo?
¿La calidez del roce de un cuerpo ajeno?
¿Saber que alguien esta ahí afuera por ti?
Trataba de convencerme cada día en las últimas semanas que no era más que el nacimiento de una amistad, solo eso.
Yo lo entendía y Edward me entendía, pero había barreras que ninguno de los dos nos atrevíamos a cruzar y tenia que esforzarme por no perderlas de vista.
No lo miré al siguiente día antes de que se fuera al hospital lo cual me hizo recuperar la calma que parecía haber perdido.
Anthony habló todo el día sobre su inminente entrada a la escuela y me dediqué gran parte del día a quitarle el uniforme nuevo que se ponía una y otra vez.
-¿Dónde esta Bella?-, preguntó al final mientras yo miraba a Tanya con una sonrisa.
-Lo escondí-, le confesé, cruzó sus bracitos y me miró molesto.
-Bella-, se quejo mientras yo iba hacia la cocina, dejé a Tanya en el corralito y lo miré seriamente.
-Lo guarde para que no se ensucie mientras hacemos galletas…

Acosté a los niños antes de que Edward llamara para saber como estaban y nuestra conversación estuvo llena de monosílabos que ninguno quiso extender.
Me quedé mirando el teléfono aun después de colgar, deseando lo que habíamos construido antes, el hilo de confianza y entendimiento que nos había unido
Me di cuenta que lo necesitaba, necesitaba contarle la ansiedad de Anthony y las risas de Tanya, contarle que hoy había comido sola mientras ellos tomaban una siesta y se había sentido muy extraño por que hacia semanas que no lo hacia y finalmente preguntarle como había ido su día.
Me alejé hacia la habitación dejando de lado cado uno de esos pensamientos
Por la mañana estaba terminando de cambiar a Anthony cuando el apareció en la habitación, se miraba cansado después de un turno de 24 horas, pero también se miraba incomodo, me saludó con voz monocorde mientras sonreía a su hermano, le dio un beso a Tanya que aun estaba dormida en su cuna y me miró finalmente.
-¿Quieres que te acompañe?-, preguntó mientras yo lo miraba, sabía que el deseaba estar ahí para Anthony en su primer día de escuela, pero Tanya estaba tranquila y cómoda y el merecía descansar.
-No te preocupes, duerme un poco-, le dije con una media sonrisa, Edward se movió, casi de forma imperceptible, sus labios se abrieron y sabía que diría mi nombre, era como si pudiera decir lo que estaba pensando, pero al final el aterrador cúmulo de sentimientos me hizo desviar al mirada y el se despidió de Anthony llevándolo hasta el auto.
Le hice un gesto con la cabeza antes de salir del camino de entrada.
El jardín de niños donde había hecho la inscripción de Anthony había sido elegido por Esme, estaba solo a 15 minutos de la casa y tenía un patio colorido donde los niños jugaba y reían casi todo el tiempo.
Aparqué el auto y lo ayudé a bajar mientras el comenzaba de nuevo con su entusiasmo.
-Voy a sacar mi libreta nueva y vamos a dibujar-, aseguró mientras yo sonreía y lo corregía de nuevo.
-Yo no voy a colorear tengo que ir a bañar a Tanya si no ya sabes como huele-, hice un gesto con la mano mientras el reía, llegamos hasta la entrada donde varias educadoras estaban recibiendo a los niños.
-Anthony finalmente me miró cuando nos detuvimos con un ligero gesto de incertidumbre.
-¿Tu no vas a ir a la escuela?-, preguntó aunque no era la primera vez que me lo había dicho.
-No, esta escuela es toda tuya, pero quiero que al regresar me cuentes todo lo que hayas hecho, con detalle, así que tienes que poner mucha , mucha intención, ¿prometes?-, pregunté mientras el fruncía los labios, tomé su mano y volvía a repetir la ultima palabra.
-¿Prometes?-, dije mientras el asentía y sin decir mas se abrazaba a mi cintura.
-Te quiero Bella-, dijo contra mi estomago mientras yo lo abrazaba, mis ojos se llenaron de lagrimas, parpadeé colocándome a su altura y le di un beso en la mejilla.
-Yo también te quiero Anthony-, le aseguré con la voz ronca y nos acercamos hasta una de las educadoras que nos miraba con una sonrisa tierna y ojos de entendimiento.
-¿Edward vendrá?-, preguntó el justo antes de que su nueva maestra lo llevara dentro.
-Si-, sonreí
-Soy Alice Brandon-, se presento la educadora a modo de despedida y entró.

Al regresar Edward estaba preparando el biberón de Tanya mientras ella lo miraba desde el porta bebe.
El había tomado una ducha, su cabello estaba húmedo y mechones caían por su frente haciendo que destellos cobrizos iluminaran su rostro, parpadeé confusa mientras me acercaba a Tanya.
-¿Cómo estuvo Anthony?-, preguntó el pasándome la leche
Sonreí al recordar
-Al final pareció no estar de acuerdo con la idea de que solo el se quedara en la escuela, pero estuvo bien, aunque pidió que fueras por el-, contesté, el asintió sin decir nada, se pasó una mano por el cabello y suspiró tenuemente.
-Ve a descansar-, le dije tratando de mostrar una sonrisa aunque no pudiera conseguirlo, la verdad es que no quería verlo, no quería pensar en lo que me hacia sentir, la sensación de querer reconfortarlo, y hacerlo sentir en casa…mejor.
-Bella-, pronunció mi nombre antes de que yo pudiera hacer cualquier otra cosa, lo miré esperando que continuara, mi mente gritaba que tan solo desviara los ojos de los suyos, del verde agudo cargado de sentimientos, pero no podía hacerlo, no dejé de mirarlo.
Sus labios se entreabrieron y se acercó un paso, ínfimamente, antes de que Tanya se removiera incomoda haciendo un tenue sonido con su boca.
Edward la miró y por un momento su rostro mostró un dolor profundo y un desprecio que no supe definir hacia quien estaba dirigido, ambos sentimientos desaparecieron dejando una mascara neutra, el me miró finalmente con renuencia.
-Estaré arriba-, dijo mientras yo me esforzaba por asentir, lo miré subir las escaleras de reojo y reprimí las ganas de llamarlo.
Alejó el impulso, odiándolo.

Los siguientes días fueron una pesadilla, el silencio entre nosotros barrió con la antigua confianza adquirida, no era que no contestáramos a la conversación básica sino que nos habíamos convertido solo en el hermano de los niños y su niñera.
Quizás eso debió haber sido desde el principio.
Me traté de convencer de ello y terminé por aceptar que era la peor situación desde que me había mudado a su casa, la realidad era que lo extrañaba a el, la forma que yo era con el.
Me hacia sentir casi normal, no era la pobre chica que había perdido a su marido, no era otra mujer deprimida.
Anthony y Tanya no permanecían por las noches cuando Edward y yo habíamos acostumbrado mirar la televisión y platicar un poco.
No podía soportar esos momento de frases frías, y todo por un momento extraño y patético después de una pesadilla.
Ya extrañaba demasiadas cosas, no podía soportar una mas.
Terminé de cambiarle la pijama a Anthony mientras el saltaba en la cama
-No tengo sueño-, se quejo
-Si no te duermes temprano, no iras con tus tíos mañana por que tendrás mucho, mucho sueño-, argumenté mientras el suspiraba sonoramente bajando los hombros y recostándose a regañadientes.
Cerró los ojos mientras yo acariciaba su cabello unos minutos.
-Noches Bella-, dijo sin el “Buenas” haciéndome reír, era un pequeño inteligente.
Me quede un poco mas mirándolo, no sabia si el fin de semana libre seria una bendición o una maldición, Esme y Carlisle se quedarían con los niños desde el día siguiente a primera hora.
Dos días completamente libres y no tenia ni la mas minima idea de que hacer con eso, me sentía perdida.
Permanecí sentada frente a la cama de Anthony más tiempo del que planeé, hasta que el ruido de la puerta me alertó, lo terminé de arropar y me giré para mirar a Edward en el marco de la puerta.
Se miraba casi…enojado.
-¿Se durmieron hace mucho?-, preguntó mientras yo negaba con la cabeza.
Me alejé unos pasos mientras el les daba las buenas noches bajito sin perturbar sus sueño.
Se quedo sentado en la orilla de la cama de Anthony sin moverse, con todo el cuerpo tenso y ya no pude reprimirlo mas, no cuando lo miraba así.
-Edward-, llamé mientras el no daba señales de haberme escuchado peor estaba segura de que lo había hecho.
-A veces…-, comenzó a hablar en voz muy baja.
-A veces me preguntó si soy bueno para ellos, no los veo tanto tiempo como desearía-, terminó levantándose finalmente.
-Eso no importa, les das lo mejor, los amas-, argumenté en voz baja.
-Si importa-, rebatió entre dientes.
Se giró y caminó hacia la puerta.
-¿Edward?-, volví a llamarlo, sin siquiera pensarlo.
-Tuve un mal día Bella, lo siento, buenas noches-, contestó sin mirarme y sabia que saldría de ahí y se iría, y el solo pensamiento me pareció insoportable.
-Háblame-, le pedí mientras el se detenía a un paso del marco, caminé hacia el hasta quedar a dos o tres pasos pequeños entre nosotros.
-Puedes confiar en mi….podemos…somos amigos-, dije sitiándome estupida pero necesitando que el aclarara toda la semana pasada, todos los sentimientos, la tensión y la confusión, el diría que si y yo volvería a la normalidad.
Pero Edward no lo hizo, solo me miró por un largo momento y se acercó un paso mas…
-¿Lo somos?, por que sinceramente yo no estoy seguro de saber que diablos somos, o que estamos haciendo-, terminó sin voz mientras se acercaba otra paso quedando muy cerca.
Mi respiración se aceleró y mi piel se puso de gallina, mi corazón latió mas rápido y mis labios se volvieron secos, pasé mi lengua por ellos tratando de alejar las sensaciones, sus ojos miraron hacia mi boca y reconocí el momento, el instante justo antes de una beso, y traté de escapar…No lo conseguí
Edward tomó mi brazo y me jaló hacia el para colocarme entre su cuerpo y la pared del pasillo, sin violencia pero con una determinación casi atemorizante.
-Te necesito Bella-, su voz sonó cruda, sus ojos gritaban, comprendía en ese instante, solo en eso momento, cada aspecto de aquella dolorosa necesidad.
Se acercó, su cuerpo rozando el mío suavemente, sus manos enmarcaron mi rostro y su aliento chocó contra mis labios.
-¿Tu me necesitas?-, preguntó con la voz ronca y su frente pegada a la mía, asentí mientras el me miraba a los ojos, pero aun así, espero hasta que mis labios pronunciarán la palabra.
-Si-, gemí mientras nuestras bocas se unían, lo besé con desesperación y ansia y el respondió igual, sus manos me acercaron a el posándose en mi espalda mientras yo anclaba mis manos en su nuca.
La humedad de su lengua combatiendo con la mía me hizo cerrar los ojos y desear mas, sus manos vagaron por el contorno de mi cuerpo mientras las mías enmarcaban su rostro y el beso continuaba, hasta volverse tan lento que solo nos hizo sentir que podíamos estallar, pero terminó finalmente, al menos por la falta de aire y en el instante siguiente a separar nuestros labios, el temor ganó la partida.
Me alejé sin decirle nada, hasta que cerré la puerta de mi habitación tras de mi.
Esta vez el me dejo ir.






13 comentarios:

  1. Wow!! al fin el tan esperado beso!! Me dejaste con mucha emocion, esperare el proximo cap con ansias.

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  2. Dios, cariño.
    Me dejaste mal
    ¿Hace cuanto ya que eso no pasaba?
    uff...
    Te quiero, y ahorita te quiero aún más por regalarme minutitos de intensidad.
    Extrañame, es saludable (K)
    Yo lo hago todo el tiempo.
    P.d: adoré el diálogo anterior al beso.
    ¿somos amigos?... Uff, brutal.
    Cuídate loquilla.

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  3. Beso Beso me encanto!
    ansiosa por saber q pasa
    Nos Leemos
    Besos

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  4. holaaaa guauuu estee capii me dejo en shock estuvo espectacularrr ...huboo besoooo...y que dificilll es todo!!! bueno bella ya no toleraba mas la situacionnn ..las cosas se habian vueltoo medio raras entre ellosss...y cuando edward le dijo te necesito y le pregunto a ella si lo necesitabaa guauuuu esoo me matooo...estuvoo maravilloso el cpaitulo!!!!! besoss y nos leemos en el que sigue adioss!!!

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  5. Uf!!!!
    buenismo capitulo, el deseo que se va volviendo insoportable...
    genial el in-crescendo...

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  6. hola cel!! como te extrañaba nena.. la verdad especacular este capi uff jure que iban a seguir.. chan!! hasta me imagine que lo interrumpia Anthony! jaja

    te adoro!

    besitos!!!

    Mel♥

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  7. ceeel..

    estuvo genial el capituloooooo.. ame ame ameeee.. y yo tambien me imagine que anthony los interrumpia.. pero al menos ya dieron un paso importante.. aunque pueda ser para atras..jajaja
    pero estuvo genial.. espero ansiosa el proximo capi.. sigue asi linda que esta excelentee!

    besos!

    pd: ah, de casualidad no alzaras aqui Lo que nosotros tenemos? es uno de mis fics favoritos y me gustaria volver a leerlo..

    gracias linda por regalarnos esto.. te leo en la proximaaa!

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  8. ¡Ahh! Cel casi me matas con la parte final, lo he estado deseando desde hace mucho tiempo. Genial el capítulo, lo amé.


    PD: La canción de Lady Antebellum me encanta.

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  9. Hola Cel

    estuvo muuuy genial el cap! especialemente la parte final, la incertidumbre de saber si ese beso será para bien o mal... escribes muy bien

    besos cuidate!!

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  10. beso siiii me encantoooo todo la cancion la tesion entre ese par y ese beso wauuu quiero mas jejeje cuidate hermosa y como siempre la mejor bye

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  11. wauw!!! me enamoré incondicionalmente de esta histori!!!. te descubri ayer cuando me pasaba pr el blog de cunning despues de mucho tiempo, y me alegro muchisimo!!! te seguia condo estabas en ff y me senti muy triste cuando decidieron abandonarlo, ahora q te encontre me alegro de poder seguirt finalmente!!! esta historia es genial, me encanta!!! es tan triste y tierna la forma en q se necesitan y se resisten a lo q sienten, me dan ganas de abrazarlos a los dos y eso es algo, ya que solo quiero abrazar a edward xasi todas las veces!! jajaj
    bueno, quiero decirte gracias por compartir estas maravillosas historias con nosotras y espero el proximo cap!! besos any.

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  12. me encanto!!

    quiero mas jejeje!!

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  13. el tan esperado acercamiento
    pero es que ella, aun necesita resistir, por que si no sera como si lo olvidara
    fue horrible , me hiciste llorar en la pesadilla,
    wwow
    saludos

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