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domingo, 5 de agosto de 2012

Rompiendo Medidas


Capítulo 4
Pequeñas sorpresas

-¿Qué planeas Derik?
-Sorprenderte
-Yo…
-¿Lo estoy logrando?
-Yo…
-Sí no puedes pensar eso quiere decir que si, ¿no?
Ambos sonrieron antes de besarse de nuevo.

Tomás estaba sorprendido, en realidad era algo casi molesto que en cada ocasión que estaba junto a Katerin ella lo dejara sin palabras.
Jamás le había pasado.
Ni siquiera en las pocas veces que se había permitido estar con Samantha sin que le importara lo que los demás pensaran, Sami era divertida, era una luz que alentaba algo dentro de él, la gatita era…como una estrella inalcanzable pero aun así tan atrayente.
Chasqueó la lengua girando los ojos ante su cursilería barata.
Miró hacia el edificio de estilo barroco frente a ellos, las luces lo iluminaban haciéndolo más impresionante, era una espectáculo nocturno digno de ver.
Cuando la gatita lo había citado a las ocho en ese lugar no había sabido que pensar, desde luego no esperaba que su asesoría fuera a comenzar tan pronto, después de haber hecho que él expusiera todos los detalles técnicos del edificio y debatir sobre el estilo se habían sentado –en el suelo- y ella había comenzado a dibujar la fachada.
Sip, estaba sorprendido, ver a una mujer con tacones altos, sentada de piernas cruzadas y cabello revuelto trabajar sobre la hoja blanca con el labio inferior atrapado en sus dientes en señal de concentración era… único.
Se acercó un poco, sentado a su lado y miró los trazos, no podía quejarse, había aprendido una o dos cosas, lo que era bueno para la asesoría pero también había notado que su atención no estaba en la arquitectura precisamente.
Ella no era su tipo, a él le gustaban las chicas altas, de largas piernas y abdomen plano, grandes pechos, largo cabello.
Kat era todo lo contrario y sin embargo estaba a punto de tener una erección solo de mirarla.
Evitó pensar que no era la primera vez que sus gustos y su atracción hacia alguien no concordaban.
La escuchó murmurar algo y después comenzar a guardar sus cosas en el bolso a su lado.
Tomás reprimió el disgusto
-Te avisaré cuando podemos vernos de nuevo y tendrás  que traer un block-, le dijo al tiempo que se levantaban.
Él paso una mano por su cabeza, mentalmente intentando encontrara algo para alargar su tiempo con ella
Era un idiota.
Sonrió cuando el destello surgió y se cruzó de brazos mirándola.
-¿Discutiremos el pago ahora?-, preguntó y ella tardó un poco en mirarlo a los ojos cuando lo hizo había una sonrisa de gata en sus labios.
-Claro, ¿me acompañas a mi departamento?

Su papá le había dicho más de una vez que jugar con los gatos puede ser peligroso puedes resultara arañado, Kat lo sabía de hecho  ella veía al snicker a su lado como un tigre peligroso era casi parte de su encanto, uno que ella odiaba pero que también la tenía cautivada, su mente había jugado con las palabras, él, departamento, cama, besos…
Claro que no haría nada de eso, solo iba a jugarle una broma, pero eso Tommy no lo sabía.
El centro no estaba tan lejos de su edificio solo unas cinco calles, sin embargo estaba deseando llegar y quitarse las zapatillas, ¿Qué pensaría él?, era un niño rico, se notaba a leguas, si ella hacía la grosería de quedarse descalza frente a Tomas, ¿Qué haría?
-Odio es clase-, admitió  y ella sonrió, el camino había estado lleno de una conversación cordial, con una ligera tensión entre los dos, estaba excitada, si no se controlaba iba a olvidar la broma y llevarlo a su cama.
Katerin iba a decir algo sobre el temido profesor del que hablaban cuando él se detuvo casi tropezando.
-Vives allí-, no era un pregunta, pero su tono era incrédulo.
-Si, en el segundo piso, ¿pasa algo?

¡Debía ser una jodida broma!
No solo ella parecía alguna clase de gemela malvada de Samantha, ellas vivían en el ismo  maldito edificio.
La gatita lo miraba con el ceño fruncido y él se obligo a negar con la cabeza, no iba a explicar el por qué de su reacción.
-Como sea, vamos los pies me están matando-, gruñó ella y se le adelantó, Tomas cerró los puños pero se obligo a moverse, no le gustaba ese edifico, no le gustaba pensar que Sami vivía ahí, en su “nidito de amor” junto Derek.
Un aparte de él, a veces, casi se alegraba de que ella fuera feliz, luego llegaba su orgullo masculino y lo estropeaba todo.
Subieron hasta el segundo piso y ella abrió la puerta de su apartamento en cuanto entraron el pudo echar un vistazo al pulcro y ordenado lugar, tenía pocos muebles pero se veían cómodos y elegantes, le gusto mucho.
Escuchó un golpe seco y parpadeó al notar que ella había aventado sus zapatillas hacia un lado del sofá, sonrió mientras ella lo miraba desafiante.
-Bonito tatuaje-, le dijo mirando la rosa en empeine del pie derecho
Tenía un deseo casi molesto de pasar su lengua por el dibujo.
Ella sonrió mirándolo casi sorprendida, se acerco a él y Tomas sintió su pulso acelerase, estaba cansándose de parecer un adolecente a su lado.
-Con respecto al pago…
Kat se acercó más y él inclino un poco su rostro, sus alientos se entrelazaron, ella lamió sus labios y él gruño inclinándose dispuesto a besarla por fin, ella empujó su pecho ligeramente.
-Nada de eso guapo, eres sexy pero no debería de dejar que alguien quiera hacerte pagar con tu cuerpo-, bromeó ella alejándose hacia una esquina de la sala donde había una caja grande cerrada.
-Quizás yo quiera pagar con mi cuerpo
Eso la hizo reír, señaló la caja y le miró.
-El fin de semana pasado compré este librero “ármalo tú mismo”, descubrí que no tengo habilidad para los tornillos y las tuercas.
Tomas quería estar molesto con ella, pero no pudo contener la risa que brotó desde su garganta.
-Ganaste esta gatita, aunque debes saber que no me gusta perder…

***


Lizeth llevaba tres días trabajando en la cafetería y hasta hace menos de una hora ella no podía estar más feliz de su suerte, Erik era muy divertido y Sami estaba rápidamente convirtiéndose en una buena amiga, el trabajo no era pesado y el ambiente la mayoría de las veces era agradable.
Se había dado cuenta justo esa misma mañana al mirarse al espejo que había estado sonriendo más a menudo, como si por fin pudiera creer que su vida estaba mejorando, no es que hubiera sido mala antes de esos días simplemente sentía que no encajaba, que la vida trascurría a su lado sin dejarla entrara del todo, desde que había conocido a Sami, se había mudado con Alan… desde que en secreto se había enamorado de él, todo le parecía mejor, no es que él le correspondiera, simplemente ella se sentía querida, sabía que no de la misma forma en que su corazón deseaba pero no era exigente, él la hacía sentirse valiosa, además que siempre estaba diciendo algo sobre su cabello o su pequeño hobbie de pintarse las uñas de las manos con dibujos elaborados.
Era un buen amigo y ella podría haber estado feliz con eso, solo unos minutos antes.
Los escuchó reír de nuevo y parpadeó alejando la humedad de sus ojos, terminó de hacer el café que el chico en el mostrador le había pedido, lo entregó, cobró y se alejó hacia los sanitarios, ni siquiera lo notaron.
Bien, quizás estaba siendo injusta, pero no podía evitarlo.
Se miró en el espejo, se lavó las manos y trató de calmarse, ¿Y si solo eran imaginaciones suyas?
Respiró hondo, negó con la cabeza, recordó que Issa, una de sus hermanitas se burlaba de ella porque siempre estaba en las nubes y siempre se imaginaba historias.
Quizás lo estaba haciendo, mirando cosas donde no las había.
Lizeth miró casi con una sonrisa su cabello todo alborotado con los rizos enmarcando su rostro.
Si, estaba exagerando seguramente.
Cuando regresó estaba convencida que vería todo más objetivamente, estaba segura que no se imaginaría cosas.
No lo hizo, se quedo a unos pasos del mostrador, Sami estaba saludando a su novio Derek que acaba de llegar, era un chico muy atractivo, alto, con el cabello castaño casi demasiado largo rozándole los hombros, saludó a su novia y le dio un beso de esos que derriten las rodillas, Lizeth sabía que había exagerado, Sami amaba a su chico, eso podía verse tan fácilmente, casi sonrió y miró hacia donde Alan estaba sentado, en el mismo lugar en que hace un momento platicaba con Sami.
Sip, ella había exagerado pero no en lo importante.
Tragó el pequeño nudo en su garganta.
Alan miraba a la pareja robando vistazos, con un sentimiento casi triste en sus ojos.
Eso no se lo había imaginado, ella tenía que admitirlo y entre mas pronto lo aceptara mejor, él estaba enamorado de Sami.

Alan frunció el ceño cuando Lizeth comenzó a caminar sin una sola palabra, le había dicho que podía esperar a que terminar su turno y así regresarían los dos a casa.
Pensaba que era una buena idea, ya no estaba tan seguro.
Si bien había habido un avance en su relación de compañeros de piso, él casi podía asegurar que podían llegar a ser buenos amigos, desde que habían salido de la cafetería ella parecía extraña, casi como si no deseara su compañía.
-¿Largo día?-, preguntó en un intento de iniciar una conversación y averiguar que sucedía
Ella parpadeó en su dirección, como si no estuviera muy segura de lo que había dicho
-Lo siento, estaba algo pérdida-, le sonrió pero era algo fingido, Alan había aprendido a diferenciar sus gestos, cuando Lizeth sonreía, sonreía de verdad todo su rostro se iluminaba, su piel chocolate parecía brillar.
Este no era el caso.
-Te preguntaba si había tenido un largo día, luces cansada-, murmuró él y ella se encogió de hombros.
-No realmente
De nuevo el silencio cayó entre ellos, Alan lo odió.
-¿Desde… desde hace cuanto conoces a Sami?-, preguntó ella sin mirarlo
Alan sonrió como siempre que recordaba a Samantha, le hacía bien verla tan feliz, tenía que admitir que Derek parecía estar haciéndolo bien pero aun a veces era demasiado verlos juntos.
-Unos meses, casi el mismo tiempo que Derek-, admitió él y Liz lo miró como si eses pedazo de información significara algo para ella.
Siguieron caminando un momento más antes de que sonriera sin humor y le mirara.
-Podrías haber sido tú ¿verdad?
Él comprendió la pregunta, se sorprendió por el hecho de que ella lo hubiera notado con un simple vistazo, sintió una sensación cálida en su pecho, ella tenía que estar al pendiente de él para haberlo notado ¿no?, eso significaba que él le importaba, eran amigos.
-Sí, podría pero no debía ser yo-, le respondió y ella permaneció callada mucho más tiempo, llegaron a su departamento y él abrió dejándola pasar, comenzaron a preparar algo para comer y la conversación anterior pareció olvidada.
Se acomodaron en el sofá como venían haciendo hacia varias noches, cada uno con sus tareas y trabajo de la universidad compartiendo música y algunas frases haciendo más ligero el trabajo…
Alan parpadeó al ver la hora, otra vez de madrugada, miró hacia Lizeth para encontrarla recostada en la cama, plácidamente dormida, el libro en sus manos casi a punto de ser tirado al piso, lo alejó de sus manos y sonrió al ver las mariposas en sus uñas.
-Hora de ir a la cama Liz-, murmuró él rozando u mejilla.
Ella frunció el ceño pero no abrió los ojos.
-Tú la quieres-, dijo ella con voz adormecida, los ojos cerrados, un puchero en sus labios, parecía triste, tan triste ¿seguía dormida?
Alan le miró y acarició de nuevo su mejilla, casi tocó sus labios, quería borrar esa mueca en su rostro, sí, contesto, aun la quiera, de hecho sospechaba que siempre querría a Sami, como no hacerlo.
Entonces, ¿Por qué estaba negando con la cabeza? ¿Por qué quería que Liz no pensara en el como un tonto que no era correspondido?

***

Ben sabía que esto ya no era por Peggy o Derek, sinceramente ya no le importaba y eso le sumaba puntos con su amigo.
Claro que jugaría esa carta con Dek, mostrándole que estaba intentando no ser tan idiota pero esto era por él, se había vuelto algo personal desde que había conocido al tal Javi.
Había querido conocerlo antes de la dichosa fiesta, no le había sido muy difícil investigar sobre el chico, se había sorprendido al darse cuenta que el club de teatro era popular gracias a él.
Había permanecido a la distancia mientras Honey  -si querías saber algún chisme de cualquiera en  el campus ella era la indicada, además de que tenía un cuerpo de infarto- le señalaba cual de ellos era el cuatro ojos.
El idiota no usaba lentes.
Para su sorpresa la brujita esta filipando por un jodido modelo.
En las palabras de Honey, Javier tenía los ojos más azules y profundos que ella hubiera visto, su cabello era del tono justo entre castaño y negro y parecía brillar, su barba de un día siempre tenía ese toque justo que lo hacía sexy, tenía un cuerpo de infarto, alto, con un six pack completo, bla, bla, bla.
Había escuchado que era popular pero no por eso un “mujeriego” de hecho no tenía novia a pesar de que cada dos por tres había alguien ofreciéndose emocionadamente, al parecer era el chico modelo.
Solo por eso Ben ansiaba ver su cara cuando la brujita llegara junto a él a la fiesta.
Toma eso muñequito.
Llego hasta la puerta del dormitorio de Leysi y tocó dos veces, el pasillo estaba tranquilo así que no había nadie que pudiera preguntarse que hacia él precisamente ahí.
La puerta se abrió una chica guapa, con ropa deportiva y una coleta le sonrió.
-Llegas tarde-, le dijo mientras él fruncía el ceño, sí, bueno quizás unos minutos pero que importaba a las fiestas nunca se llega a tiempo.
-Es el, verdad, lo voy a matar, lo voy a…
Ben sonrió escuchando el berrinche de la brujita antes siquiera de verla, la puerta se abrió completamente y Ben sintió su boca bajar.
Lo que era sencillamente algo vergonzoso
No había sucedido ni cuando vi su primer par de pechos a los 14.
Ni cuando tuvo sexo por primera vez con su vecina de 18 cuando él apenas acaba de cumplir 16.
Ni cuando convenció a las gemelas que habían visitado a la fraternidad de…
Para resumir, nunca le habían dejado con la boca abierta, hasta ahora.
La chica frente a él era la misma bruja que conocía pero diferente, ella lucía…casi…mágica.
Su cabello, esa explosión de rizos largo había ido casi domado, peinado hacia atrás en una casi coleta que dejaba gran parte de su melena caer en su espalda, había mariposas pequeñas blancas incrustadas en su cabello.
Su rostro estaba finamente maquillado haciendo resaltar sus ojos tenia pintadas unas pequeñas florecillas en las sienes, luego seguía la piel cremosa, toda la extensión de su escote, un gran escote, su vestido era de un satín crema, no podría describir el diseño pero en ella lucía bien, jodidamente bien, iba pegado a su piel hasta sus pechos y luego bajaba en caída libre hasta sus pantorrillas, unos zapatos altos de tiras enmarcaban sus pies.
-Esta babeando-, dijo la chica deportiva y él cerro la boca.
-Nop, es su retraso mental a veces se olvida de disimularlo-, replicó Leysi y la otra chica rió a su costa.
Ben entrecerró los ojos.
-¿Puedo pasar a cambiarme o prefieres que yo no haga el ridículo y vaya vestido como la gente cuerda?
La brujita…, no, por esta noche ella no era una bruja, ella era un hada.
La hadita rodeó los ojos y lo dejó pasar, le entregó su disfraz y Ben las miró antes de encogerse de hombros y comenzar a quitarse su playera.
-Ya sabía yo que ayudarte me iba a ser recompensado-, dijo la chica deportiva, él le sonrió con el torso denudo y le guiñó el ojo, Leysi le dio a su amiga un codazo.
-Ken, ella es Nasiita, Nasi, él es Ben, aunque ya lo sabes, para que me molesto
Ben sonrió, ¿el hada estaba celosa?
Se divirtió cuando se quito sus vaqueros para ponerse los pantalones de su traje militar y Nasi sonrió mientras el hada trata de ver a todos lados menos a él.
-¿No te gusta lo que ves?-, pregunto Ben y la chica deportiva se rió.
-Creo que le gusta demasiado
Le caía bien la chica.
Al final después de unos quince minutos él parecía un estúpido soldado confederado.

-Definitivamente serán la mejor pareja de la fiesta-, afirmó Nasi mientras Leysi miraba el reloj, lo admitía, Ken se miraba casi hermoso en su disfraz pero ella solo quería estar ya en la fiesta y ver la reacción de Javi ante su llegado…con acompañante, además de qué le servía admitir que ellos dos se veían bien juntos, no era como si a Ben le interesara esto, además ni siquiera le había dicho nada sobre su disfraz, tontamente había esperado también sorprenderlo a él.
De camino a la fiesta ella se dejó relajar por la música que sonaba en el auto de Ben-Ken, quién lo hubiera dicho, tenía buenos gustos en música, Gotye inundaba sus sentidos.
Llegaron al salón contratado por el club de teatro para la fiesta y él la ayudo a bajar abriendo la puerta y todo.
Un caballero, vestido de uniforme, casi se derritió, hasta que recordó quien era él.
Ben le sonrió como si conociera lo que pensaba y antes de alejarse se inclinó murmurando a su odio.
-Ese extraño momento de locos donde una bruja se convierte en una hermosa hada
Se quedo sin palabras parpadeo y él le sonrió
-¿Vamos?
No le sorprendió que todo el lugar estuviera exquisitamente decorado, si el club planeaba algo lo hacía a lo grande.
No le fue muy difícil encontrar a Javier entre la gente reunida ahí a pesar de la gran variedad de disfraces.
Para su sorpresa Javier también iba vestido de soldado aunque él llevaba una brillante casaca roja.
En circunstancias normales ella habría amado verlo vestido así, ahora simplemente frunció el ceño, ella ya tenía a una soldado a su lado, uno que se miraba malditamente bien.
Ella notó que Javi se acercaba con su sonrisa radiante y paso seguro, notó la turbación ligera en sus ojos azules al notar su brazo sujeto al de Ken, finalmente estuvo a su lado y sin hacerle mucho caso a su acompañante le saludó con un abrazo y luego la miró por completo, había un destello de atracción en su mirada que no había antes, al menos ella había conseguido que la viera como mas que “la amiga” esta noche.
-Hola hermosa-, él saludo y ella le sonrió
Ken presionó su mano caliente contra su cintura.
-Me presentas hada-, pidió hablando muy cerca de su oído haciéndola estremecer, ella notó la mirada que se cruzó entre los dos chicos, extraño, no creía que la reacción debería de ser tan ruda, quizás era el efecto de los uniformes.
-Javi, este es mi amigo Ben-, dijo ella sonriente y Javi arqueó una ceja.
-¿Desde cuándo?, ¿No crees que mi chica favorita debería decirme con quien hace "amistad"?
-No esta clase de amistad, los detalles son solo nuestros-, contestó Ken alzando las cejas sugestivamente y ella vio como Javi tensaba la mandíbula.
Uy, uy, en qué se había metido.




11 comentarios:

  1. odiosmio como suspire me encanto jajaja

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  2. Kat... miiiaaauuuu amo a esta linda gatita....
    oh!!!! Hada brujita.... maravillosa.....

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  3. Me encantó , sobre todo la parte en que la gatita le da su merecido a Tomás. él sigue sin caerme bien

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  4. ahhhhhhh me encanto... juro que en esta secuela ADORO LITERALMENTE A Ben-Ken jajaja
    Alan ahhhhhh dios que no la puede ver a la chica... esta que muere por el!!
    y bueno Tomas quedo mas caliente que una pava jajaja
    YA QUIERO EL PRÓXIMO PORFA!!!
    actualiza rápido Cel

    atte: Gise

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  5. awwwwwwwwwwwww... los casi casi...
    jurooo que soy inocenteeeeeeeeeeeeeee!!!!!1
    AME EL CAP MOMMY ^^.

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  6. Hola Cel!!! ahh debo decir que estoy loca con Ben-Ken jajaja!! y que pasa parece como si estuviera algoo celosillo Ben jjajaaj ahhh haber que pasa en esa fiestaa!!
    y Alan ahhh Liz se enamoroo uff veremos que suceddee con ellos doss..!! y Tomas y Kat ajajj se quedoo armandoo el librero ja!!! besos me encanto noss leemos!!!

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  7. Kat con ganas de olvidarse de la broma (momento de desconcentración XD)
    Ben... piensa que es su orgullo de hombre o algo así jeje (pero me gusta que este celoso) :P
    y Alan, abre los ojos no seas idiotaaaaaaaa

    Cel muchísimas gracias por el cap.

    Viv :)

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  8. OMG!!!!!!!!! Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa :o como lo dejas ahi??????? Infarto inminente!!!!!
    Me encanta Alan, es muy tierno, y Ben jajajaj, me mataron sus celos XD
    Muy buen capi Cel, no quiero ser exigente pero quiero massssss!!!
    Besotes :*

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  9. jejeje x algun extraño motivo no habia piblicado aki jajajajaja
    pero obviamente lo ame, jaja i mas x mi regalo
    en verdad ansio musho massssssss
    kiiaaa!!!!!!!

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  10. Ola!
    Encontre tus libros por una adaptacion en fanfintion,es y me e vuelto loca buscandote asta q e dado con tu blog!!! eres genial me encanta tus historias t espero poder seguir leyendo mas.
    Besosss

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  11. geniales tus libros,todos,y POR FAVOR!!! necesito saber que pasa con Ken Ben ,jajaja ese ya cayo y ni cuenta se ha dado,jajaja gracias por las lindas historia,y no pares de escribir me tienes en ascuasssssss arggggg

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