Crazy

Capítulo 12

-¿Te duele?-, preguntó Mica mirando su brazo, Zek estaba quitándose la ropa para tomar un ducha, ella le había asegurado que ya había tomado una y que no lo podía acompañar, estaba burlándose un poco, con sus ojos grandes devorándolo, su lengua pasando por sus labios como si lo deseara, tal cual, sudoroso y todo.

Aquello le dio la idea.

Zek negó con la cabeza. No le dolía el brazo, lo sentía algo entumecido, no era lo mismo.

Se giró hacia Candyfloss que estaba recargada contra el lavamanos, desnudo y excitado. Ella le miró con una risita.

-Ya me duche hoy-, dijo de nuevo, como una niña pequeña a la que no le gustara mucho el agua.

Él no dijo nada, simplemente sigo avanzando hasta que en pocos pasos, sus manos estuvieron a ambos lados de la cintura femenina.

-Estoy sudoroso, si me acerco más te ensuciaras-, susurró él y besó su hombro desnudo, ella se había quitado la sudadera que llevaba puesta cuando había abierto la puerta.

La sintió estremecer y soltar aire por la boca

-A mí me parece que hueles muy bien-, murmuró Mica y también besó su hombro.

Zek sonrió ante la seguridad de que ella se ducharía también…

Cuando por fin entraron bajo el chorro de agua ambos tenían las piernas de gelatina y Zek sentía más que entumecimiento en su brazo pero había valido completamente la pena.

***

El día del concurso de baile de Miranda, Zek y Mica se presentaron temprano en el orfanato para recoger a los niños de entre siete y doce años que irían con ellos al evento.

Ella estaba un poco nerviosa ante la perspectiva de conocer al famoso Padre Johan, Mica sabía que para Zek, el sacerdote representaba más familia que sus padres y hermano juntos.

El Padre era un hombre mayor con el cabello repleto de canas pero aun así atractivo, sus ojos eran profundos y su sonrisa tranquilizadora.

-¿Tú debes ser Micaela?

-Le han contado sobre mí-, inquirió ella con una sonrisa y el Padre señaló su cabello

-Me dijeron que era rosa

Aquella broma terminó con la presión que sentía, Zek acarició un mechón.

-Destaca, Candyfloss

Mica lamentó que le Padre no pudiera acompañarlos pero había dicho que aprovecharía para hacer algunas diligencias que no podía esperar, lo que sea que significara eso.

Los niños estaban emocionados de salir de paseo, aunque había algunos que los miraban intrigados tanto a ella como a Zeki, otros pensaban que era realmente cool que ellos fueran sus niñeras por ese día.

Llegaron al centro de la ciudad, el concurso se celebraría en la plaza principal frente al ayuntamiento, los niños ocuparon dos filas completas de las gradas colocadas para la ocasión

Mica no pudo ver a la picara antes de que el evento comenzara pero el orgullo retumbo con cada latido de su corazón cuando Miranda robó las miradas de todos los asistentes, se movía con gracia y adornaba todos sus movimientos con esa sonrisa que tanto adoraba.

-Es muy buena-, le dijo Zek y ella asintió sintiéndose feliz por la picara.

Los niños hicieron un verdadero alboroto cuando Miranda quedo en segundo lugar, toda la gente los notaba y Zek se divirtió incitando a los chicos a gritar más fuerte cada vez.

Un hombre tatuado batiendo los brazos mientras casi dos docenas de niños lo coreaban.

Digno de ver.

Miranda fue corriendo a saludarla después que el evento terminó, Mica la abrazó fuertemente diciéndole lo orgullosa que estaba, cuando se separaron notó que Sara permanecía de pie muy tiesa frente a ellas.

Su mamá siempre había sido una mujer bella, pero desde hacía años lucía apagada, resentida.

-Hola-, saludó Micaela y su mamá miró hacia los niños aun haciendo algo de escándalo.

Zek se acercó lentamente y se quedó a su lado.

-Él es mi pareja, Zek-, presentó ella mientras Sara parecía evaluar cada centímetro de Zeki, él le sonrió como si el estudio le resultara gracioso.

-¿Quiénes son los niños?-, preguntó Sara con un tinte de curiosidad en su voz.

Mica dejó que Zek contestara esa pregunta, la sorpresa de su mamá al oír sobre el orfanato se hizo evidente en su rostro.

Miranda miraba a todos alternadamente como si estuviera nerviosa, los niños comenzaron a impacientarse.

-Candyfloss, ¿Pueden tú y Miranda llevar a los niños a comprar unos refrescos?

Ella dudó y él le sonrió guiñándole un ojo, asintió y empezó a alejarse, despidiéndose de Sara con una sonrisa.

-Fue bueno verte

La madre de Mica comenzó a girarse pero Zek habló justo antes de que le diera la espalda completamente.

-Ella no la culpa

Aquello detuvo a la mujer por completo.

-Deje de estar a la defensiva, disfrute a sus hijas, lo demás ya quedo en el pasado.

Sara no lo miró pero sus hombros cayeron.

-No puedo dejar el pasado atrás

Zek entendió a lo que se refería

-Debería hacer lo posible por no culparse usted misma y así disfrutaría a su familia

La mujer sonrió y se enderezó orgullosa evitando que él la viera flaquear, volvió a evaluarlo y alzó la barbilla.

-¿La quieres?

-Por el resto de mi vida.

Sara asintió y le dio finalmente la espalda.

Candyfloss lo miro interrogante cuando volvían al orfanato.

-¿Que le dijiste a Sara?

-Lo que necesitaba saber

Ella lo miró y sonrió, sin presionar, se inclinó y besó su brazo.

-Te quiero

-También te quiero Candyfloss

Los niños rompieron al reír al escuchar el apodo.

***

Mica se estremeció al mirar la aguja

-Nadie creería que tienes un tatuaje que abarca la mitad de tu espalda

-Por eso ahora les tengo pánico

Zek e rió y el hombre que se disponía a tatuarlo también.

-¿Quieres esperar afuera?-, preguntó Zeki burlón y ella trató de pensar en otra cosa, Fucking iba a pasar el fin de semana con Miranda así que no tenía preocupaciones que ocuparan su cabeza, no iba a aguantar ver como la piel de la zona sobre el corazón de Zek se ponía roja.

Su mirada se deslizó hacia el dibujo base del pequeño tatuaje, un pez koi.

Ella sonrió y se inclinó para besar los labios de Zek antes de que el hombre de la aguja comenzara.

-Estás loco

Zeki soltó una carcajada

-Un loco jodidamente atractivo.

-Delicioso-, aceptó ella y permaneció ahí hasta que el trabajo estuvo finalizado.

Gracias por todo su apoyo.

Nos leemos en SHOWY

Cel.

Pd. Feliz cumple Rosa Pizarro