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miércoles, 27 de octubre de 2010

Sostenme - Capítulo 2


Edward
 
"El no esperaba nada de mi y aun así me necesitaba"
Maggie Cullen

Apagué el auto al estacionarme a un costado de la casa, me quedé mirando como idiota el frente donde se encontraban los pequeños arbustos que la Sra. Carmen había plantado, aunque había ayudado a que la apariencia del exterior fuera mejor, sentía que había traspasado una línea
Al darle permiso de colocar las pequeñas plantas verdes había destruido uno de los pocos recuerdos que quedaban de ellos.
Fue una de las primeras cosas que Maggie trasformó cuando papá y ella compraron la casa, había colocado pequeñas flores en todos lados, lo que hacia que su hogar brillara de colores, casi como los ojos de papá al mirarla.
Me tallé los ojos con las manos y alejé aquellos pensamientos, que importancia tenían unas malditas plantas, aquellos recuerdos ya no servían de nada, ni Anthony y mucho menos Tanya recordaría que su mamá había sido como un rayo de sol o que papá había renacido gracias al amor de su secretaria.
Papá casi se había perdido después de la muerte de mamá, creí que los había perdido a ambos, el se había encerrado en su trabajo, pasaba mas tiempo con su hermano Carlisle y su esposa que con el, así que la brecha entre nosotros había sido algo difícil de cruzar, el no se interesaba por mi o tal vez no podía, estaba demasiado sumergido en el dolor, los dos años que siguieron a la muerte de Elizabeth Cullen habían sido un infierno, para los dos.
Poco después papá contrató una nueva secretaria para su despacho al jubilarse la Sra. Wilson, Margaret tenia 28 cuando lo conoció, papá aceptó después de que se casaran que al principio no había sido mas que una mujer mas, un borrón dentro de su día a día a pesar de que Maggie había sido hermosa, con aquel cabello rubio, ojos azules y sonrisa franca
Maggie se metió en su corazón poco a poco, aliviándolo, dándole fuerzas, amándolo, ella nos había dado todo, una nueva familia, una nueva relación entre papa y yo...

Apreté el volante y bajé del auto del auto sin mas, ya tenia suficiente de estupidos sentimentalismos, eso no los traerla de vuelta, eso no devolvería el tiempo perdido, no devolvería los sueños incumplidos.
Cuando entré a la casa el silencio poco usual fue casi perturbador, avancé con el corazón comenzando a latir con fuerza.
Caminé por el vestíbulo hacia la sala, miré el comedor y la puerta de la cocina, ahí no había nadie.
-¿Sra. Carmen?-, pregunté con voz contenida, se escucho un ruido en la planta alta y después Anthony bajó mas deprisa que lo que debería por las escaleras, sus pies apenas podían sortear la distancia entre cada escalón.
Edard!-, gritó llegando hasta donde estaba parado, su cabello estaba revuelto tan espeso y rebelde como el mío, se subió la cinturilla de sus pantalones de forma casi cómica y tierna a la vez.
-¿No te he dicho que no corras en las escaleras?-, le pregunté aun pensando en lo que podría haberle pasado si caía.
La sonrisa dibujada en el rostro de mi hermanito desapareció, bajó los ojos y murmuró un si apenas audible.
Dejé la mochila que llevaba a un costado y me puse a su altura.
-¿Donde esta la Sra. Carmen?-, pregunté con voz mas suave.
El pareció recordar algo y sonrió de nuevo.
-Esta con Bella, ¿va a vivir aquí?-, preguntó el con emoción desbordante
Me sorprendía la forma en que Anthony parecía dar al bienvenida a nuevas personas, todos los vecinos lo adoraban o eso decía Carmen, pero mi pequeño hermano tenia debilidad por las mujeres, Carlisle creía que era una forma de buscar una figura materna, algo que sin duda no lograría encontrar quizás entre mas pronto lo entendiera Anthony estaría a salvo del dolor.
Sin dudas su nueva niñera no podría ocupar el lugar de Maggie
-Si, vivirá con nosotros-, respondí mientras el miraba hacia arriba.
-¿Y Tanya?-, pregunté mientras comenzaba a jalarme hacia las escaleras.
-Dormida-, dijo bajito, como si hubiera recordado que no debía hacer ruido.
-¿Que va a ser ella aquí?-, preguntó Anthony mientras subíamos las escaleras.
Suponía que volvíamos a hablar sobre Bella.
-Cuidarlos-, respondí mientras el se quedaba callado dos escalones mas.
-La Sra. Camen nos cuida-, aseguró.
-Pero ella tiene otras cosas que hacer, Bella te llevara a tu nueva escuela, cuidara a Tanya, jugara con ustedes-, expliqué esperando que fuera del todo cierto, prácticamente Isabella Swan era una completa desconocida.
Debía confiar en Esme, Bella era su sobrina, de otra forma no estuviera alojando a alguien con ellos tan rápidamente, pero la esposa de Carlisle lo había pedido, no era una propuesta, Bella necesitaba tanta ayuda como nosotros.
-…ella necesita algo a que aferrase Edward

Pasamos por la habitación de Tanya y Anthony que permanecía entre abierta y por mi habitación antes de llegar al cuarto del fondo.
-¿...alguien traerá tus cosas?-, terminaba de preguntar la Sra., Carmen.
-Estas son mis cosas-, le contestó una mujer joven con una tenue sonrisa mirando dos maletas pequeñas.
Sabia que teníamos casi la misma edad y su cabello marrón de idéntico color al de sus ojos resaltaba en su piel clara la hacia parecer delicada, sin embargo había algo en ella que estaba....frío, sin vida.
-Edward, que bueno que llegaste, Eleazar no tarda en recogerme-, saludó Carmen.
-Si, siento el retraso-, contesté mientras Anthony corría hacia Bella y se subía a la cama
-El es mi hermano-, le dijo como si revelara un gran secreto.
Ella se acercó un poco mas a el
-Se parece a ti-, terminó mirándolo con una sonrisa tenue, Carmen rió y me miró, su sonrisa se apagó mientras yo intentaba al menos hacer una mueca, algo inútil..
-Edward Cullen-, le ofrecí la mano
-Isabella Swan-, contestó.
-Bella-, corrigió Anthony.
-Te dejaremos instalarte y mañana podremos hablar del contrato-, sugerí mientras ella asentía, Carmen se despidió asegurando que volvería el siguiente día para ayudarle.
-Anthony-, llamé mientras el suspiraba y bajaba de la cama, se despidió de Bella y salió de la habitación.
Ella levantó sus ojos hacia mi y me miró fijamente solo quizás un segundo pero fue suficiente para notar lo que parecía haberse muerto dentro de ella, sus ojos no brillaban, era la misma mirada que me devolvía el espejo por las mañanas, el mismo sentimiento.
Asentí como si hubiéramos hablado algo incompresible y salí de ahí.


Encontré a Tanya despierta en su cuna, era una bebe hermosa, con cabellos rubios adornando su cara y sus ojos azules calidos cuando tenias la fortuna de que te mirara, apretaba con fuerza mi dedo entre su manita como si no quisiera dejarme ir, seria una mujer fuerte, tenia que serlo.
Le di su leche mientras Anthony terminaba su cereal, logré acostarlos y al poco rato se habían quedado dormidos, cuando entré a mi habitación la luz del cuatro siguiente indicaba que Bella aun permanecía despierta, me duché y bajé por algo ligero para cenar.
Al regresar su puerta también estaba cerrada.

-Suéltame…
-No Edward, sigue, era lo que querías, no había nada mas recuerdas, diversión, tus metas, tu futuro…sigue
-Suéltame por favor…
-No puedes hacer nada por ellos.

El sueño siempre era el mismo, sentía el cuerpo de una mujer encerrándome, no dejándome avanzar, al principio parecía un sueño erótico casi podía sentir el cuerpo calido bajo el mío, después se convertía en una celda, grilletes irrompibles provocando dolor, miraba como el auto chocaba, oía los gritos, miraba los cuerpos. El dolor me desgarraba las entrañas y aun así no podía moverme, no podía salir de aquella maldita cama.
Me desperté retirando el sudor frío de mi frente, maldije por lo bajo retirando las sabanas y salí de la habitación hacia la planta baja.
Abrí el refrigerador intentado encontrar algo que despejará aquellas imágenes, como si algún nutrimento milagroso despegara la culpa de la piel.
Tomé dos vasos de jugo antes de escuchar el sonido de un sollozo bajo, dejé el vaso cerrando los ojos, no era el único con pesadillas.
Subí las escaleras de dos en dos.
La puerta de los niños estaba abierta y la luz encendida cuando llegue hasta ahí

-¿Tu tienes ese sueño?-, se escuchó la voz de Anthony amortiguada por la almohada, parecía que no quisiera que ella lo viera
-No, cada uno tiene sueños diferentes, algunos son buenos y otros no tanto, ¿te digo un secreto?-, sugirió Bella mientras yo permanecía ahí al pie de la puerta.
El solo asintió
-Cuando te despiertes después de haber soñado eso, mira a tu hermanita, mírala y recuerda que ella esta aquí contigo, si no estas solo, no tendrás miedo-, la voz de Bella era suave, sin ningún sentimiento que se pudiera distinguir y aun así era relajante.
-¿Edard también?-, preguntó el
Bella contestó un “si” seguro mientras lo arropaba de nuevo.
-¿Y tu?-, preguntó Anthony mirándola finalmente.
Bella sonrió y le acarició el cabello pero sin contestar del todo, besó su mejilla al tiempo que yo me alejaba hacia mi habitación.
Anthony no se calmaba hasta bien entrada la madrugada, ni la Sra. Carmen ni yo habíamos logrado convencerlo que no volvería a soñar, su pesadilla era que sus papas se iban de viaje y lo dejaban, una y otra vez, Bella no le había prometido mas sueños, le había prometido que al despertar tendría alguien a su lado.
Aunque no fuera ella...no sabía si eso era algo malo, si ella no quería crear lazos en los niños quizás fuera lo mejor
La esperé recargado en al pared al lado de mi puerta mientras ella regresaba a su habitación.
Se aliso su pantalón de dormir y su blusa gris demasiado grande
-Gracias-, murmuré cuando estuvo frente a mí.
Ella sonrió mirando hacia la habitación de Anthony luego volvió a aquel rostro inexpresivo y triste.
-Es mi trabajo-, aseguró, asentí de acuerdo, quizás pagara por ello, pero había olvidado lo que era tener ayuda sin tener que pedirlo, solo alguien que estuviera ahí...
Después de que Carmen regresara con su familia
Después de que Carlisle y Esme volviera a su casa
Después de aquel maldito sueño.
Ya no estaba solo.


10 comentarios:

  1. Senti tristeza por los niños que nada tienen que padecer.

    saluditos

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  2. Estoy fascinada con esta historia, definitivamente, ya me hacias mucha falta!!!

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  3. holaaaa Cell me encantoo el capiii...que encanto anthony...que dificill pobree edward cuanta tristeza y tambien los niñossss...bueno vamos a ver como le va con bellaaviviendo allii...estan loss dos con tanto dolorr que ambos deben sanar juntos sus heridass por la perdida de sus seres queridoss!!!! bueno Cel excelente el cpaiii...nos leemos en el proximo!!! adiosss!!

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  4. la sonrisa de la señora Carmen deja mucho que pensar, que seria lo que ella vio en este par de almas solitarias, que la hizo sonreir, Anthony que hermoso niño y Bella se lo gano, Edward sintio que ya no estaba solo, eso es algo esperanzador, cel me encanta tu modo de escribir logras llevar al lector a lo que sienten tus personajes, gracias por compartir tu talento con nosotras

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  5. Por lo menos Edward siente que ya no está solo. Un hermoso capítulo que a pesar de que la tristeza lo envuelve te deja con un sabor de boca de superación y ánimos de seguir adelante.

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  6. Los dos han sufrido mucho, pero por lo menos ahora sienten al menos que ya no estan tan solos...Me gusta anthony, se nota que Bella se esta encarinhando con el...Esperando el proximo capitulo para ver como se van dando las cosas...Sigue asi estan muy buenos los 2 capitulos...

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  7. lo amé... estuvo genial! me gusta que anthony a pesar de la perdida se comporte como un niño normal...

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  8. me gusta! pobre de Anthony sufrir una perdida asi estando tan pequeño.

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  9. muy buen capitulo
    me ha gustado
    ese dolor q dice que se refleja en ambos,
    y ella , sera q tiene en mente hacerse daño??
    saludos

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