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martes, 19 de octubre de 2010

Sostenme - Capítulo 1



Bella

“Te ame desde el primer momento, mi vida comenzó de nuevo cuando te conocí
Emmett MacCarty”

-Vamos mi amor, sonríe a la cámara-, la imagen en el televisor cambió mientras la cámara giraba bruscamente y enfocaba a Emmett
-La novia no esta cooperando-, hizo un mohín, que solo a el hacía parecer mas atractivo al tiempo que volvía a enfocar hacia donde mamá estaba partiendo el pastel de bodas.
-Mi amor, por favor, unas palabras, será el legado para nuestros 6 hijos-, se escuchó la voz de el mientras en la televisión una versión de mi misma que ya no lograba reconocer frente al espejo, reía junto a mi madre.
-¿Solo seis?-, pregunté sonriendo a la cámara y el se acercó
-Para empezar-, contestó mientras la imagen nuevamente giraba bruscamente, la televisión mostró ahora ambos rostros, Emmett me besó suavemente y yo acaricié su mejilla.
-Para empezar-, asentí mientras el sonreía.
-Niños-, habló hacia la cámara, -…esta es su mamá el día de nuestra boda-, dijo mientras yo volvía a tapar mi rostro haciéndolo reír, besó mi hombro desnudo gracias al vestido de novia de finos tirantes perlados y siguió grabando alejándose hacia papá.
Sentí la humedad en mi mejilla, pero aquella sensación era mejor que no sentir nada, miré hacia el video tratando de beber la imagen de sus ojos brillantes y llenos de vida.
Pero ahora, mirar su rostro provocaba hiel contra mis labios, quería seguirlo, y sabía mejor que nadie que el me odiaría por pensar así.
Tomé el control a distancia y apagué el televisor aventando el pequeño aparato contra el suelo, llorando en silencio.
-¿Por que?-, murmuré con voz ahogada, ¿Por qué?, ¿Por qué?, ¿Por que nosotros?, no lo merecíamos, teníamos toda nuestra vida por delante, y ahora estaba sola.
Conocí a mi esposo y mejor amigo en la secundaria y me enamoré de su sonrisa, su sentido del humor, su atractivo y se seductora forma de mirarme, cada año lo amé un poco mas.
Nos casamos justo antes de entrar a la Universidad, el estudiaría medicina y yo pedagogía, todo parecía perfecto, en su lugar.
Por dos años fui más feliz de lo que jamás hubiera imaginado, no podía ni siquiera pensar en que algo cambiara, hasta ese día.
¿Como pudo arrebatármelo?
Si existía un Dios no lograba entenderlo, jamás lo entendería, jamás.
Diagnosticaron a Emmett con cáncer a los 23, luchamos por casi año y medio. Y ahora estaba sola, completamente sola.
Abracé la almohada, deseando que su olor aun persistiera en ella, pero era inútil cada minuto que pasaba todo parecía desvanecerse, en solo 6 meses no había mas rastro de el que mis recuerdos y un video que clavaba espinas en mi corazón con cada imagen en el.
El sonido del timbre en el pequeño departamento tronó en mis oídos, pero aun así permanecí inmóvil, sin fuerzas, deseando que todo fuera solo una pesadilla, como cada día desde que el se fue.
El sonido se volvió mas insistente, parpadeé levantándome sin fuerzas odiando al mundo ahí afuera, el ya no tenia nada que ofrecerme, ¿no era posible que me dejaran en paz?
Limpié mis mejillas por pura costumbre de los últimos meses y caminé por el pasillo hacia la puerta.
Del otro lado la hermana de mi madre me miró con aprensión, aunque sonriendo, sus ojos mostraron una preocupación que ya no lograba siquiera agradecer.
Esme, era la hermana menor de mi madre, mi tía favorita.
Sabía que estaba interesada en mi situación pero ya había perdido la capacidad de guardar las apariencias.
-Bella-, murmuró abrazándome sin mas mientras yo correspondía sin fuerzas rompiéndome en un sollozo, solo un momento, solo un segundo.
-Tranquila mi niña-, murmuró como cuando tenía ocho años
Ella cerró la puerta y caminamos hacia la sala mientras limpiaba mi mejilla con el dorso de la mano, pasé mi mano por la otra cerrando los ojos.
-Lo siento tía Esme-, comencé pero ella me dio un apretón calido.
-No te disculpes-, interrumpió mientras miraba a su alrededor, a pesar de que el departamento permanecía aseado hace mucho que ya no era calido o acogedor.
-Estamos preocupados por ti-, dijo mientras yo me levantaba lentamente, la quería, y sabia que ella podía entenderme, me conocía mejor que nadie, pero no necesitaba esto, no ahora.
-El se fue tía, ya no me queda nada, no se como...-, la voz se me cortó mientras trataba de no perder nuevamente el control
-Emmett no querría esto para ti-, replicó con voz suave
-Lo se-, musité al instante sin tener el valor de mirarla
-¿Le prometiste que no te derrumbarías no es así?-, preguntó después de un momento
Aquel recordatorio casi me hizo caer, el había querido que hiciera esa estupida promesa, a pesar de que los dos sabíamos que la traicionaría, simplemente no podía seguir sin el
-Bella, no te pido que sonrías, no te pido que olvides todo, solo quiero que intentes cumplir lo que prometiste al hombre que amas, piensa en eso cariño, aferrate a eso-, murmuró ella mientras yo me giraba lentamente.
-Quizás no pueda hacerlo-, tragué el nudo que se había formado en mi garganta.
-Hazlo por el, ¿Querrías ver a Emmett así de ser tu la que...se hubiera ido?-, preguntó mientras yo negaba de forma automática.
-Carlisle y yo hemos pensado que tal vez necesites distanciarte de todo esto por un tiempo, tal vez un trabajo nuevo, o cambiarte a algún otro sitio por unos meses seria lo mejor-, propuso mientras yo miraba hacia el sofá frente a nosotras, casi podía ver a Emmett mientras me llamaba para acurrucarme a su lado, cerré los ojos sin saber si alejarme de aquéllos recuerdos no terminaría por destruirme.
-No creo que pueda recuperar el trabajo en la librería-, susurré casi como una excusa
-Lo se, pero de hecho esperábamos que escucharas una nueva propuesta-, comenzó mientras la miraba frunciendo el ceño.
-¿Recuerdas a Edward Cullen, el hermano de Carlisle?-, preguntó Esme refiriéndose al hermano de su esposo que había muerto hacia casi un año.
-Si, el y su esposa fallecieron también-, respondí sin haber mucha necesidad.
-Su hijo mayor tomó la tutela de sus dos hijo menores, Tanya apenas tiene ahora año y medio y Anthony esta por entrar al jardín de niños. Edward -el sobrino de Carlisle-, no podrá aguantar el ritmo por mucho tiempo mas, hasta ahora una señora ha cuidado a los niños unas cuantas horas mientras el trabaja, le ayudamos lo mejor que podemos pero necesita una persona a tiempo completo, al menos por unos meses, estamos tratando de convencerlo para que vivan con nosotros, pero el se niega-, explicó, mientras yo fruncía las orillas de mi blusa.
¿Como algo podía ser tan injusto?, la vida no valía tanto sufrimiento.
-¿Yo seria esa persona?-, pregunté al fin mirándola con cierta desconfianza.
-Bella necesitas un tiempo para no pensar, considéralo, por favor, ellos necesitan alguien que los considere mas que un empleo-, terminó mientras sonreía tenuemente.
-Es tarde, será mejor que te deje descansar-, se despidió mientras me abrazaba de nuevo
-No estas sola Bella-, susurró mientras caminaba hacia la puerta, la acompañé para cerrarla a su espalda y me quedé abrazada a mi misma en aquél silencio que odiaba tanto.
Sin risas, sin bromas, sin nada.
Caminé hasta la habitación y arrastré las cobijas casi hasta el suelo mientras me recostaba en el medio, Esme tenia razón no había luchado ni siquiera un momento por cumplir la ultima promesa que le había hecho a Emmett, mis días consistían en dormir, comer, asear el departamento y mirar el video de nuestra boda hasta volver a dormir, interrumpidos por las visitas de mamá o tía Esme arrastrándome fuera de aquí, solo había sido cobarde y débil, parecía lo menos doloroso.

-Tienes que prometerlo Bells, intentaras seguir por ambos, no permitirás que esto nos mate a los dos…
-No hables así
-Mi amor, no te pido que me olvides, Dios sabe que yo nunca lo haré… solo promételo Bella, por favor, intentaras seguir adelante ...promételo


Iba a intentarlo, por el, si no lo lograba tal vez nadie me culparía por intentar seguirlo.
A la mañana siguiente,  después de ducharme, obligue a mi estomago a digerir un emparedado y un vaso de jugo mientras llamaba a Esme y pedía el teléfono de su sobrino.
No recordaba detalles de aquel funeral, habíamos asistido solo un momento para presentar el pésame a la familia de Carlisle, el esposo de Esme, Emmett había estado ahí, como siempre, a pesar de que los horribles dolores empezando por ser persistentes, aquellos que jamás se irían. El había comentado lo incomprensible que a veces parecían las cosas, sin un atisbo de amargura, solo tratando de entender como sería la vida para esos niños, no pude contestarle, pensaba en nuestra propia injusticia.
Mi esposo había murmurado esa noche que todo pasaba por una razón, abrazándome mientras yo lloraba por primera vez desde que el medico había dado su diagnostico
Marqué el número telefónico que mi tía me dio con una sonrisa impregnada en su voz justo después de colgar.
Esperé tres timbrazos antes de que contestaran al otro lado de la línea
-¿Si?-, preguntó una voz masculina
-Buenos días, llamo de parte de Esme Cullen, soy Bella Mc...Swan, su sobrina, me ha comentado sobre el trabajo en su casa-, sabía que el no era mucho mayor que yo pero no había forma de no tratarlo de usted.
-Entiendo, mira ahora estoy de turno en el hospital pero puedo estar libre cerca de las cuatro, podríamos vernos en la cafetería de la calle Madisson, en el centro, ¿La conoces?-, preguntó mientras yo cerraba los ojos, ¿Que haría de esta hora a las cuatro?
-Si, ahí estaré-, contesté en voz baja mientras el aceptaba y colgaba sin mas.
De pronto comencé a sentir que me estaba engañando a mi misma, ni siquiera había podido vivir bien conmigo misma los últimos meses, ¿Como podía hacerlo con dos pequeños?, parecía ilógico, incorrecto, cerré los ojos y traté de calmarme, le debía a Emmett aunque fuera un solo intento, uno solo.
El taxi aparcó frente a la cafetería a las cuatro y cuarto debido al trafico, le pagué al conductor y crucé la calle de prisa mientras un hombre salía empujando la puerta de lugar con una mano, parecía molesto, lo reconocí un segundo después.
Edward Cullen estaba a punto de cumplir 23 cuando sus padres murieron, aun estudiaba la Universidad, en el funeral había estado callado, recibiendo pésames sin ninguna expresión en el rostro, no habíamos hablado por que en realidad no había necesidad, pero lo recordaba, a el y a sus hermanos, que no habían estado ahí salvo por el marco familiar al lado de las urnas, una bebe de rostro angelical y un niño idéntico a su hermano mayor y su padre, con rebeldes cabellos cobrizos y juguetones ojos verdes.
El no había cambiado casi nada en el año pasado y sin embargo era completamente distinto; llevaba el cabello un poco mas corto y parecía haberse pasado el afeitado del día anterior, su rostro se mostraba mas serio, severo y cerrado, casi como una perfecta estatua inalcanzable.
-Lo siento, el trafico es fatal a esta hora-, murmuré en voz baja mientras el me miraba, sus ojos verdes desaparecieron cuando entrecerró los ojos y su boca se torcía n un gesto molesto.
-Tengo que regresar al hospital en 15 minutos-, contestó
-Entonces no es necesario que entremos, solo quiero hablar contigo sobre el trabajo-, le repliqué mientras el hacia una mueca, me abracé a mi misma y miré hacia la cafetería, era casi asfixiante mirar que el mundo seguía alrededor.
-Mira, confío en Esme, se que ella quiere que trabajes en casa, solo me interesa que puedas cuidar a los niños y que estés para ellos, tendrías que vivir con nosotros, al menos por un tiempo hasta que dejen de cambiarme los turnos, tu sueldo seria integro pero aparte de la comida tus gastos son aparte, si te interesa hoy mismo puedes empezar-, terminó mientras su mirada encontraba mis ojos, aquel gesto no reflejaba nada, su mirada estaba vacía, era la misma que me devolvía el espejo cada mañana, no había nada mas ahí que lo que veía en frente.
El no me pediría mas de lo que también veía simplemente, no era una persona feliz con la vida, buscando salvar a otra que solo estaba perdida por el dolor, para nosotros la vida ya no ofrecía nada, la única diferencia entre los dos era que el había tenido que mantenerse en pie por sus hermanos.
-De acuerdo-, acepté en voz baja.
Solo un intento, me recordé a mi misma, solo uno antes de dejarme vencer.


13 comentarios:

  1. awww.. esta bien.. lo acepto..
    llorisquie en contra de mi voluntad.. no lo pude evitar.. :(

    me encantaa de verdad!!

    besitos!!

    Mel♥

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  2. que rapida, se ve que estas inspirada jajaja
    me gusto mucho
    saludos

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  3. La niñera! me encantó!
    Me acordé de Jane Eyre cuando lo leia, no se porqué... algo de la tristeza calculo...
    feliz de leerte en B/E! será que me lo imagino a Rob mientras espero sus peliculas... y me gustan tus guiones...
    beso

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  4. holaaa Cell!!! excelente el capii unoo ...lloreee ohh por dios cuanto sufrimiento para bella y tambien edward los dos sufrieronn grandes perdidaass!!! yy bella sera la niñeraa que buenoo!!!! veremoss com le va a bellaaa??!! y cuando empiecen a convivir juntosss....bueno nos leemos en el que sigue!! besoss!!!!

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  5. Wow Cel!! ya hacias falta, este capitulo me ha hecho hasta llorar, siempre has sabido trasmitir a travez de tus escritos los semientos correctos. Me encanta que hayas vuelto. :-)

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  6. Uff, es recomponer una copa de cristal, por más que pegues los trozos, las magulladuras quedarán ahí.
    Tan injusto Celia.

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  7. triste cap, no se por que me dejo con un sin sabor, sera por el echo de que los dos esten solos y queparcieran sin ganas de nada, tengo que decir que es un hermoso cap los recuerdos de Bella fueron hermosos

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  8. Emmett murió, el cap me deja con una opresión en el pecho por el hecho de que ambos estén viviendo sin ganas de nada, espero que los siguientes caps.

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  9. Te vuelvo a encontrar pero ahora como Cel, siempre me gustaron tus fics y me alegra que vuelvas a escribir sobre Edward y Bella...No me imagine esto para nada...he llorado..!!! Me ha gustado el primer capitulo, estare siguiendote para ver como se va desarrollando la historia.. que estes bien.. un abrazo desde Paraguay...

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  10. oh mucha muerte me abruma, pero me gusta la historia.
    Me gusto el primer encuentro de Edward y Bella, no es el tipico que he leído donde una primera mirada basta para dejar atrás el dolor de sus anteriores perdidas y seguir adelante con un nuevo amor y una nueva vida. me gusrta que apenas se hayan visto y sigan pensando lo que querian y aún no superan haber perdido, creo que es más real.
    saludos me encanta tu historia

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  11. valla eres maravillosa ..no pienses mal lo digo con respeto y admiracion, por tu forma de escribir :) ..que bueno es volver a leerte

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  12. que situaciones tan difíciles ha vivido estos dos
    espero que puedan entenderse

    :D

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  13. si, lo se
    soy una llorosa
    y me desahogo asi q ,no le encuentr ningun problema jajaj
    es tan terrible, como
    dijo solo un intento mas antes de dejarse vencer
    saludos

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